He criticado en este blog a casi todo el mundo, incluidos Rajoy y el Rey: me falta dejar muy clara mi crítica al PSOE. A mi PSOE.

Me quejo de que no haya estadistas en el Gobierno y tampoco en la oposición, pero me duele especialmente que no haya un líder socialista que sepa entender este momento histórico y nos ofrezca soluciones novedosas, valientes y que las podamos entender. Nadie en el PSOE pasa de proponer enmiendas parciales, cuando lo que hacen falta son enmiendas a la totalidad.

¿Conocéis algún hombre o una mujer de Estado en el PSOE de estos momentos? Yo no.

Naturalmente que tengo que asumir mi parte de culpa: años y años con el carnet del PSOE y ahora me quejo de que no tenemos un líder capaz de enfrentarse al mayor reto político desde la transición. Seguro que algo de culpa debo tener.

Me duele especialmente que no haya un líder socialista que sepa entender este momento histórico y nos ofrezca soluciones novedosas

Pero lo que me preocupa es que, muchos como yo y con más poder que yo en el PSOE, no se enteren de la situación: tenemos algunos compañeros muy brillantes para el mundo municipal; tenemos compañeros bastante buenos para el debate autonómico, pero no veo a ningún compañero que entienda este momento de España.

Y nada es nuevo. La crisis económica está cambiando muchos temas sin que innovemos; la crisis internacional requiere nuevos planteamientos; los problemas europeos vale la pena jugarlos con osadía; y la idea de España bien vale darle una pensada socialista.

¿Hay alguna respuesta ordenada a semejante cantidad de retos? No. ¿Se habla de todo esto en los centros de poder socialistas? No.

Pero yo seguiré siendo socialista (ilusionadamente socialista) aunque mis líderes sean sordos a lo que pasa y a lo que nos pasa.

Ya sé que lo que yo piense no tiene el menor interés orgánico. Peor aún: puede parecer un dislate indisciplinado. Pues, compañeros: son muchos años militando en el PSOE para no contaros sinceramente lo que pienso.