¿Dónde está la Aguirre que pedía firmas contra el Estatut?
Habría que recordar, antes que nada, que ésta Aguirre catalanista es la misma que cuando se estaba discutiendo quién se quedaba con Endesa, al privatizarse, más se opuso a que se quedara con ella Gas Natural porque se podría llevar la sede a Barcelona, y dijo aquello, que luego intentó borrar, de que “es una mala noticia para la Comunidad de Madrid que la sede de una empresa eléctrica que es multinacional y que es una de las grandes empresas españolas se traslade fuera del territorio nacional”.
Recordar que es la misma Aguirre que cuando se discutía la aprobación del nuevo Estatut de Cataluña montaba y recorría mesas de recogidas de firmas contra él, con un resultado tan ‘excelente’ que en algunos barrios, por ejemplo el de Salamanca, tan afín al PP, lograba 57.500 apoyos, casi mil respaldos más de los 56.857 votos que había obtenido en las elecciones autonómicas un año antes.
Aguirre, que trabaja para una empresa catalana, hablaba ante un grupo 'especial' de catalanes. Foto EFE
En Vanity Fair hace un año publicaban un pequeño reportaje sobre el club, en el que bajo el título “El Círculo Ecuestre no admite a cualquiera” explicaban que “actualmente hay 1.700 socios: médicos, abogados, arquitectos, empresarios, financieros… Y varios políticos de relieve. Casi todos los nombres importantes de la prensa económica con apellido catalán, son miembros del Ecuestre”, que para entrar en el reducido círculo de los elegidos hay que ingresar una cuota inicial de 12.000 euros y, sobre todo, tener “el aval de cuatro socios y superar el examen de la junta de admisión”.
Un presidente miembro del G-16
Información que Vanity Fair obtuvo de una entrevista con su actual presidente Borja (hay nombres que predestinan) García-Nieto Portabella, que en la revista recordaba que a pesar del nombre del Círculo “la actividad ecuestre como tal se dejó a principios de siglo para erigirse como dinamizador de la vida social barcelonesa y centro de negocios, lobby y networking”. Si se preguntan qué es networking, piensen en lo que siempre se conoció como ‘hacer contactos’.
Borja García-Nieto no es un empresario cualquiera. En la revista catalana especializada en temas económicos, Fomento, recordaban que es un miembro de lo que se conoce como el G-16, un lobby de ‘los más de lo más’ en el que también están los presidentes de otros clubs económicos, como Josep Piqué, presidente del Círculo de Economía, o el presidente de la patronal catalana, Fomento del Trabajo, o de la Cámara de Comercio, así como de clubs sociales, como el presidente del Círculo del Liceo, del Real Club de Polo y del Real Club de Tenis, además de los presidentes de clubs de fútbol de primera división del Barcelona y del Espanyol.
“¿Qué hace este tío aquí? Que vigile…”
Aunque una anécdota puede dar mejor idea de ante quienes hablaba Esperanza Aguirre, y de qué hablaba cuando decía que había que ‘catalanizar’ España. Hace un año, la revista directe!cat recogía los sucesos que se habían producido en el Círculo Ecuestre durante la presentación de un libro sobre la guerra civil. Entre los invitados por uno de los autores estaba un médico y humanista que todo el mundo conoce en Cataluña, Moisès Broggi, recientemente fallecido. Un hombre progresista que durante la guerra sirvió como médico con las Brigadas Internacionales. Aunque le situaron en un lugar discreto, por no decir medio escondido, cuando le descubrieron allí alguno de los socios los comentarios resultaron reveladores de la ideología dominante: “¿Qué hace este tío aquí? ¡Se ha equivocado de acto! Que vigile, que le haremos a él la cirugía…”.
Visto todo esto, la pregunta parece clara ¿Qué Cataluña es la que Aguirre tiene en mente que debe ‘invadir’ España y catalanizarla?
