Desde la distancia del conflicto catalán, este título para comentar lo que ocurre en Cataluña puede sonar exagerado. Incluso inoportuno. Pero si se visita Cataluña estos días (yo lo he hecho) puedo defender con razones solventes este blog: es imposible evitar que haya violencia en los próximos días en Cataluña.
Las cosas en política tienen su lógica (seas de la ideología que seas) y este conflicto sólo puede terminar con un cierto nivel de violencia. ¿Cuánta? Pues eso ya se verá, pero pensar que no va a haber violencia en Cataluña este fin de semana es ingenuo.
Se están cerrando todas las salidas para que haya un referéndum en Cataluña. Tranquilos: coincido con los que opinan que es ilegal, inoportuno y peligroso. ¿Y eso va a evitar que se intente? No. ¿Qué pueden hacer colectivos que saben que sus sueños no son posibles por la actuación de las Fuerzas de Orden? Pues no engañarse, fomentar el desorden.
Además, yo creo que no se ha valorado suficientemente un fenómeno social impensable: el anarquismo está dentro del poder que define estos días.
El Gobierno de Cataluña ha incorporado el tradicional anarquismo catalán (hoy la CUP) a sus despachos. De verdad, si nadie se dio cuenta de que la alianza de los burgueses catalanes (CiU-PDCAT) con el anarquismo más clásico iba a tener consecuencias sorprendentes, es que no sabe nada de la Historia de Cataluña. Y ahora, a resolver un choque radical contra manifestantes anarquistas con dinero burgués. O al revés, si queréis.
No agobiarse: violencia va a haber, pero dentro unos días (unos cuantos) España y Cataluña van a tener que recomponer sus relaciones: a corto plazo, ni España convencerá a Cataluña, ni Cataluña convencerá a los españoles. Pero habrá que hablar, sentarse a negociar, buscar nuevas fórmulas de entendimiento.
Seguro que la semana que viene aparecerán analistas que nos contarán “que ya lo decía yo”. Dará igual: hay que recomponer las relaciones de los catalanes con de los demás españoles.
Es verdad que, según la violencia de estos inmediatos días, la recomposición será más corta o más larga. Pero vayamos trabajando con un panorama complejo: con algo de violencia o mucha violencia. No será lo mismo.
