Olvidados en medio de la crisis política, los funcionarios de prisiones en Cataluña viven una situación de asfixia por parte del sector independentista dentro de las cárceles, que lidera el propio director general de Servicios Penitenciaros, Amand Calderó.

Carceleros de distintos centros penitenciaros en Cataluña han consensuado una carta que han remitido a la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP), en la que denuncian que la “situación de asfixia que sentimos es tal como la que se sintió en su momento en otros periodos de la Transición”.

“Una parte de los funcionarios quiere irse”

Según ha confirmado esta asociación a ELPLURAL.COM, han pedido por escrito al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, que se permita “el traslado de funcionarios que quieren salir de Cataluña. Se trata de catalanes de pura cepa, que tienen a toda su familia y toda su vida allí, pero que no aguantan más la presión”.

“Pedimos que se creen vacantes porque una parte de los funcionarios penitenciarios quieren irse”, ha dicho a ELPLURAL.COM, el presidente de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones, Francisco López.

“Lo que impera en Cataluña es el ‘quién está con nosotros y quién en contra’. Los funcionarios de prisiones están sufriendo la presión y vigilancia de directores y mandos en las prisiones”, asegura Francisco López.

La situación que viven es denunciada en una carta consensuada por funcionarios de las diferentes prisiones de Cataluña: en Barcelona, el Centre Penitenciari de Dones, el de Brians, el Noves, el Obert y el Quatre Camina; el Pavelló Hospitalari Penitenciari de Terrassa; la cárcel de Figeres, en Girona; la de Tarragona; y las prisiones de Obert y de Ponent, en Lérida.

En la carta, en la que se identifican como funcionarios con una larga antigüedad en el servicio, afirman que la actuación “suicida” de la Generalitat ha llevado a Cataluña a una situación de “angustia, desconcierto y vergüenza”.

Se obligó a presos a fabricar urnas
“Siendo catalán como soy, y sintiéndome igual de catalán que español, este tema jamás había sido un problema aquí. Esta tierra ha sido siempre dinámica, de acogida y de progreso, siempre hasta ahora. Sin embargo, a esto no se llega de un día para otro. Debe explicarse que ha habido complicidades de silencio, de omisión con esta situación”, se afirma en el texto.

Los carceleros denuncian que han sido testigos de cómo se obligó a los presos a “fabricar las urnas de la primera de las consultas que se hizo en Cataluña (en 2014, con Artur Mas), sin que nadie dijera o hiciera nada”.

“De ahí hemos pasado a situaciones en las que la propia administración incentiva una huelga, dejando los servicios en una situación precaria”, afirman estos trabajadores, que aseguran que el sector independentista dentro de las cárceles “toma nota de quién hace la huelga y de quien es disidente con el denominado ‘procés’”.

Pasillo de una cárcel en Figueras. ACN

El director general participó en el encierro a la Guardia Civil

Los carceleros denuncian que el propio director general de Prisiones de Cataluña, Amand Calderó i Montfort, participó en la concentración violenta frente a la Consellería de Economía, el pasado 20 de septiembre, donde guardias civiles, que realizaban un registro para parar el referéndum ilegal del 1-O, quedaron atrapados.

“Han logrado que compañeros de toda la vida, familias y amigos discutamos por este tema, y han conseguido que muchas personas quieran irse de esta tierra”, añaden en la carta.

“Os pedimos ayuda, no nos olvidéis ni nos dejéis solos. Somos funcionarios y no queremos ser partícipes de esta locura con la que no comulgamos. Por eso como se ha hecho con los Mossos d'Esquadra, os pedimos que nos apoyéis en nuestra petición de que la administración central del Estado acoja a todos aquellos compañeros /as que deseen irse de Cataluña si triunfa este proceso que los gobernantes de la Generalitat han empezado. Sólo queremos seguir siendo servidores públicos penitenciarios allí donde se nos valore y no queremos permanecer al servicio de un gobierno golpista, sectario y corrupto”, concluyen los carceleros catalanes.