El Gobierno balear, presidido por el Partido Popular y con apoyo parlamentario de Vox, eliminaba el pasado mes de agosto a través de un decreto ley la obligación de acreditar un nivel de conocimiento de la lengua catalana que tenía que cumplir hasta ese momento el personal de la comunidad. Con esta medida, el Ejecutivo de Marga Prohens afirmaba tener el objetivo de “captar nuevos profesionales sanitarios en las islas”. Pero para sorpresa de los enfermeros que se han enfrentado a las últimas oposiciones celebradas en esta comunidad es que, una vez publicadas las notas provisionales de la prueba, el catalán ha pasado de ser mérito para ser requisito. Este aspecto, que trae cola, podría dejar a centenares de enfermeros excluidos del proceso.

En concreto, se trata de la OPE de enfermeros de Baleares celebrada en noviembre de 2023 -para la que el plazo de inscripción fue en diciembre de 2022-, en cuyas bases figuraba que el catalán era un mérito, que otorgaba cuatro puntos, y no era un requisito o condición sine qua non. Es decir, solo era un mérito, si lo tenías sumaba, si no, no pasa nada. Pero después de la inscripción, concretamente en marzo de 2023, se hizo una corrección a la convocatoria poniendo el catalán como requisito, sin avisar a los profesionales que se habían inscrito en el proceso y que se sintieron animados a presentarse al concurso precisamente por no tener la obligación del catalán, debido al carácter meritorio del mismo y no como obligatorio.

Tras la celebración del examen el pasado mes de noviembre y con la publicación de las notas provisionales este mes de enero, los enfermeros se han encontrado con que hay que acreditar el nivel B2 de catalán para poder firmar la plaza. Pero este requisito no se estableció ahora, sino que se incorporó meses después de la inscripción.

Esto determina que para los que no lo tienen y estaban trabajando en Ib-Salut en hospitalización o Atención Primaria, dos años a su disposición para conseguir acreditar este nivel. Para quien no lo tenga, y tenga que entregar próximamente la documentación que lo acredite, quedarán probablemente excluidos del proceso, según consideran los sindicatos y los propios afectados.

Indignación entre enfermeros

Que aproximadamente cuatro meses después de haber tenido lugar la inscripción se haya hecho una corrección en la convocatoria para incorporar otra vez la obligatoriedad del catalán sin informar de ello a los inscritos ha enfadado e indignado a los enfermeros.

Raúl Valle, enfermero que se presentó a esta convocatoria y ha trabajado en otros sistemas de salud de España, como el Sacyl, el Sergas o el Servicio Cántabro de Salud, en declaraciones a ElPlural.com ha dado detalles sobre lo ocurrido y su opinión al respecto.

“Este es un proceso de estabilización, los están haciendo en todas las comunidades autónomas y cada una plantea un criterio, todos los criterios son desiguales a mi parecer, porque por ejemplo, en el caso de Baleares el tiempo trabajado en el sistema nacional de salud pero fuera del Ib-Salut te puntúa 2,5 veces menos”, comienza explicando.

Sobre esta cuestión, asegura que “aparecía en la convocatoria”, pero que lo asumieron y se presentaron igual, algo que no sucedió con el catalán, ya que en la convocatoria inicial no aparecía. “Si lo hubiera estado ya no me hubiera presentado porque no puedo acreditar conocimiento en catalán”, remarca Valle.

Al margen, este enfermero denuncia las desigualdades que se producen en estas convocatorias: “Ya me parece desigual que mi tiempo trabajado en Castilla y León, en Galicia o en Cantabria puntúe casi tres veces menos que el trabajado en Baleares cuando hago las mismas funciones, pero me parece de vergüenza que el catalán se utilice como instrumento político, con todas las modificaciones que ha habido, de una vez te lo exijo y otra no, me parece que premiar temas políticos en lugar de asegurar una sanidad adecuada a tu población es de vergüenza”.

“Me siento discriminado, no es normal que no puedas acceder al puesto que está haciendo una persona con tu mismo trabajo. Y una persona que tampoco tiene catalán pero que está trabajando en Baleares en el momento de la convocatoria y por eso ya puede acreditarlo en un periodo de dos años”, añade en el mismo sentido.

Además, Raúl Valle recrimina: “Sí puedo ir a trabajar como personal eventual a Baleares, pero no tengo acceso a un puesto fijo, estable. Solo puedo ir a cubrir huecos. Esto es muy discriminatorio, te sientes completamente discriminado con respecto al personal de allí”.

Volviendo a la cuestión del catalán, el enfermero asegura estar a la espera de que salga la lista definitiva y llegue el momento de entregar méritos para ver si resulta excluido. “De momento no hemos sido excluidos de ningún proceso, por lo que no podemos reclamar nada aún. Si nos excluyen tendremos que emprender acciones legales”, comenta Valle, detallando también tras hablar con abogados y sindicatos que le aseguran que tendrían que haberse informado de esta corrección en la convocatoria para poder haber hecho la reclamación en su día. “Si te inscribes en una convocatoria no estás actualizándola de continuo para ver si sufre modificaciones”, denuncia el enfermero.

Todavía sin saber nada, más de cien enfermeros se han puesto en alerta. Hasta el punto de crear un canal de Telegram para buscar opciones en el caso que tengan que denunciar. Así, aseguran: “Estamos pendientes de que se nos excluya en el momento en que entreguemos los méritos, porque somos de otras comunidades y no sabemos catalán”.

Conviene recordar que la eliminación del requisito del catalán que materializó Prohens el pasado mes de agosto es posterior a esta convocatoria, por lo que estiman que no le afecta, y sí lo hace, en cambio, la corrección que el anterior gobierno autonómico hizo en marzo, aproximadamente cuatro meses después de haber tenido lugar la inscripción al proceso.

No obstante, tras ponerse en contacto con el colegio de enfermería, sindicatos, el Gobierno balear e incluso Partido Popular y Vox, los enfermeros no han obtenido una respuesta clara, nadie ha sabido informarles a las claras, aunque sí anticipan la exclusión cuando no puedan presentar la acreditación de catalán.

Promesa electoral que Prohens puso en marcha tras ser investida

Tanto el Partido Popular como Vox prometieron durante la campaña electoral de las elecciones del 28 de mayo que si llegaban al Gobierno de Baleares eliminarían la condición del catalán para acceder a una plaza pública. Marga Prohens, algo más de un mes después de ser investida presidenta balear, concretamente en el pasado mes de agosto, consiguió que el decreto ley de medidas urgentes para captar y fidelizar a profesionales sanitarios en la comunidad recibiera la luz verde en el Parlamento autonómico (el decreto fue publicado en el BOIB el 29 de agosto).

En este decreto se establecía que se regulan jurídicamente las zonas y especialidades de difícil cobertura y la posibilidad de declarar otras nuevas de muy difícil cobertura, vinculadas a un complemento de mejora retributiva, para garantizar la prestación del servicio sanitario. Además, también eliminaba el requisito de conocimiento de catalán para acceder a los puestos de trabajo con funciones sanitarias del Servicio de Salud Balear.

Cabe recordar que esta obligación del catalán fue aprobada por el anterior gobierno balear, el de Francina Armengol, en 2018, cuando se daba dos años de plazo a los trabajadores de la sanidad pública balear para adquirir un determinado nivel de conocimiento del catalán como condición para conservar determinados derechos laborales y de promoción profesional. Se determinó la exigencia de conocimiento intermedio (entre elemental y medio, B2) a médicos y enfermeros, y un nivel B1 a auxiliares y otros profesionales sanitarios.

Pero esta medida tuvo que ir a los tribunales, ya que el sindicato CSIF la recurrió al considerar que vulneraba la igualdad de condiciones en el acceso al empleo público. Tanto el Tribunal Superior de Justicia de Baleares como el Tribunal Supremo anularon el decreto en 2021, dejando la medida en suspenso. Después, en el proceso de estabilización de plazas, se lanzó sin esa exigencia lingüística de la lengua cooficial, alegando que un gran porcentaje de estas plazas eran para cubrir puestos con una falta crónica y acuciante de personal.

No obstante, después, con las presiones nacionalistas, el gobierno socialista balear acordó exigir de nuevo el catalán para acceder a los puestos no deficitarios, reclamándolo finalmente para un total de 34 categorías profesionales.

Tras idas y venidas, finalmente, en diciembre de 2022, con la inscripción a la oposición de enfermería se señalaba que el catalán no era requisito, pero en la corrección a la convocatoria publicada en marzo de 2023, cuando los profesionales ya se habían inscrito y pagado las tasas, la obligatoriedad del catalán se volvió a exigir. Una corrección en la convocatoria que no fue notificada a los inscritos, y potencialmente afectados, ya que la eliminación del catalán motivó a enfermeros de toda España a presentarse.

Ahora, a la espera de las listas definitivas y a punto de entregar los méritos, los enfermeros que se presentaron a las últimas oposiciones baleares esperan resultar excluidos del proceso al no poder acreditar el catalán. No obstante, todavía no han recibido ninguna explicación ni detalle, de si van a ser excluidos o van a poder coger la plaza en el caso de haberla conseguido. A la espera están de la lista definitiva y la decisión del actual Ejecutivo del PP apoyado por Vox.