La sede del Partido Socialista de Socuéllamos (Ciudad Real) ha aparecido vandalizada este fin de semana, con pintadas que dicen “corruptos”, “puticlub” y una mira que simula un arma apuntando a la sede del partido, ubicada en el paseo Calvo Sotelo. El Partido Socialista ya ha presentado la pertinente denuncia ante la Guardia Civil, que ha iniciado las investigaciones.

El suceso ha sido condenado por los tres partidos con representación política en el Ayuntamiento de Socuéllamos, PSOE, PP y Vox. El consistorio está gobernado por el bipartito entre PP y Vox, al frente del cuál se encuentra la alcaldesa popular María Concepción Arenas, tras las elecciones del 2023 en las que ganó el PSOE, pero no pudo formar gobierno.

Desde las tres formaciones han presentado comunicados en redes sociales condenando los hechos. El PSOE ponía el foco en el Congreso de los Diputados y en el tono elevado de Alberto Núñez Feijóo tras la comparecencia de Pedro Sánchez donde explicaba las medidas anticorrupción que iba a aplicar

Cuando la política abre la puerta al vandalismo


“El tono empleado, marcado por acusaciones infundadas, descalificaciones personales y un estilo beligerante, ni siquiera propio del mitin, mucho menos del hemiciclo, contribuye a un clima de creciente polarización que sitúa al adversario político no como rival, sino como enemigo”, aseguran los socialistas en su comunicado.

Los discursos de odio no son inocuos. Cuando se insiste en describir al adversario político como un traidor, un vendido o una amenaza existencial para el país, se está abriendo la puerta al linchamiento simbólico y, eventualmente, al físico. No hay mayor peligro para la democracia que normalizar el odio como herramienta política”, sentencian desde el PSOE.

Jamás hemos justificado ni justificaremos la violencia

El Partido Popular socuellamino, a parte de condenar los hechos, atacaba al PSOE por señalar el tono de Feijóo como uno de los principales alicientes: “Lo que resulta inaceptable y vergonzoso es que algunos intenten utilizar este acto de vandalismo para señalar y culpar al PP y al presidente de nuestro partido”.

“La discrepancia política no es el problema. El problema es quienes quieren convertir un ataque vandálico en munición política para tapar sus carencias y desviar la atención de sus responsabilidades”, apuntan desde el PP.

Consideramos que los actos vandálicos son inadmisibles y no pueden justificarse bajo ningún concepto

Vox también ha querido condenar el acto, pero han puesto el foco en que estas prácticas también las han sufrido desde la formación verde: “Entendemos el malestar de los afiliados y simpatizantes del PSOE, especialmente teniendo en cuenta que en Vox venimos sufriendo linchamientos como los que se mencionan en su comunicado con notable frecuencia”.

Desde Vox incluso llegaban a asegurar estar de acuerdo con la condena de los socialistas y atacaban duramente a los autores de los actos vandálicos: “En ese diagnóstico coincidimos: la palabra es la horma del pensamiento y el anuncio de la conducta; y los actos de violencia van siempre precedidos de lo que se expresa oralmente. Basta con asomarse mínimamente a las redes sociales para constatar cómo la palabra escrita se utiliza como arma arrojadiza, en una forma de vandalismo igualmente anónima, rastrera y cobarde que la sufrida por la sede del PSOE”.

La sede de Cuenca también fue vandalizada

La sede del PSOE en Socuéllamos ha sido la segunda en sufrir actos vandálicos en Castilla-La Mancha en los últimos días. La sede de Cuenca también fue víctima de pintadas que tenían términos similares, centrándose en la corrupción, y pancartas con la cara de Pedro Sánchez tachada.

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