El trasvase Tajo-Segura ha vuelto a convertirse en un nuevo foco de confrontación territorial y política. La consejera de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca de Murcia, Sara Rubira, ha lanzado este martes un mensaje directo al presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, para recordarle que "el trasvase es intocable" y que desde el Levante "se va a seguir defendiendo sin fisuras".

Estas declaraciones llegan después de que García-Page advirtiera en una entrevista que, si a finales de septiembre no entran en vigor las nuevas reglas de explotación del trasvase, el Gobierno de Castilla-La Mancha y él mismo estarán dispuestos a interponer acciones procesales para obligar al Estado a cumplir con las sentencias del Tribunal Supremo.

"No podemos permitir más incumplimientos flagrantes", ha señalado el presidente castellanomanchego, en referencia a las resoluciones judiciales y a las directivas europeas que reconocen los derechos de la cuenca cedente.

Frente a esta postura, Rubira ha respondido acusando a Page de "presionar al Gobierno de España" para que se reduzcan los envíos de agua hacia el Segura. Según la consejera, Murcia y el Levante apuestan por la solidaridad territorial, pero siempre desde la premisa de que el agua "es de todos los españoles y no pertenece únicamente a una comunidad".

El discurso de Rubira reproduce al pie de la letra el argumentario del Partido Popular murciano, y también la postura del partido a nivel nacional, que durante años ha defendido la continuidad del trasvase como si fuera un derecho adquirido, obviando el deterioro del río Tajo, el retroceso de sus caudales y las reiteradas sentencias judiciales en favor del río.

Paco Núñez, en el centro del dilema

La confrontación abierta entre Page y el Gobierno murciano coloca en una posición incómoda al presidente del PP en Castilla-La Mancha, Paco Núñez, y toda su cúpula regional, que vuelve a tener que elegir entre defender los intereses hídricos de su tierra o alinearse con las directrices de su partido en Murcia y en Génova.

Paco Núñez sí se ha posicionado sobre el trasvase, aunque con un doble discurso que evidencia la incoherencia de su partido. En las Cortes de Castilla-La Mancha, el PP votó a favor de modificar las reglas de explotación del Tajo-Segura, alineándose con la defensa de la cuenca cedente; pero apenas dos días antes, en el Congreso, sus diputados en Castilla-La Mancha tambien habían respaldado junto a Vox y UPN la propuesta de Murcia para blindar el trasvase.

Este vaivén deja en evidencia que Núñez dice una cosa en Toledo y la contraria en Madrid. Frente a los castellanomanchegos asegura que prioriza el Tajo, pero ante Feijóo y López Miras se suma a la defensa del Levante. Una contradicción que multiplica las dudas sobre si el PP regional está verdaderamente comprometido con los intereses de su tierra o actúa como simple peón del partido. 

Sentencias y compromisos

García-Page ha recordado que son cinco las sentencias del Tribunal Supremo que reconocen la necesidad de aumentar los caudales ecológicos del Tajo, además de múltiples directivas europeas que obligan a garantizar el buen estado de las aguas. Por eso, insiste en que no se trata de un capricho político, sino de la obligación de hacer cumplir la ley.

Sin embargo, desde Murcia se intenta trasladar la idea de que Page actúa con hostilidad hacia el Levante. Un discurso que, convenientemente, el PP utiliza para tratar de enfrentar a territorios vecinos en lugar de apostar por soluciones estructurales, como las inversiones en desalación, modernización de regadíos o reutilización de aguas.