El Gobierno de Castilla-La Mancha ha puesto en marcha la licitación para culminar las 86 viviendas de protección oficial del barrio de Santa María de Benquerencia, en Toledo. Se trata de una promoción cuya construcción quedó paralizada en 2011, dejando el edificio en un estado inacabado que ahora, más de trece años después, encara por fin su fase definitiva. El presupuesto asciende a 6,7 millones de euros sin IVA y las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el 20 de enero. La previsión del Ejecutivo autonómico es que las obras estén finalizadas a finales de 2026, lo que permitiría poner en el mercado estas viviendas destinadas íntegramente a venta.

La promoción cuenta con calificación provisional desde 2011, modificada parcialmente un año después, y su reactivación supone desbloquear una infraestructura que durante años ha quedado como símbolo del frenazo sufrido en materia de vivienda pública durante la etapa de recortes de los gobiernos del Partido Popular. Desde entonces, la empresa pública Gicaman ha mantenido el inmueble vigilado 24 horas mediante seguridad privada, garantizando así que no haya sufrido vandalismo ni sustracciones y que el deterioro responda únicamente al paso del tiempo.

Aun así, la Junta detalla que el transcurso de más de una década sin actividad y los cambios normativos hacen necesaria una inversión importante para adaptar la edificación a los requisitos técnicos actuales. Aproximadamente un 30% de la obra está aún pendiente de ejecución, por lo que la empresa adjudicataria deberá afrontar un paquete de trabajos amplio y complejo.

Entre las actuaciones previstas figuran reparaciones en interiores y exteriores, la sustitución de las carpinterías exteriores y la modificación de la envolvente del edificio, tanto en fachadas como en cubiertas. También se llevará a cabo una actualización completa de las instalaciones térmicas, incluyendo los sistemas solar, de climatización y de ACS, ajustándolos a la normativa energética vigente. Junto a ello, se acometerán los acabados interiores de todas las viviendas y la culminación de los garajes y zonas comunes.

Con esta licitación, el Ejecutivo castellano-manchego retoma un proyecto residencial largamente demandado en el Polígono, uno de los barrios con mayor densidad de población de Toledo y donde la necesidad de vivienda asequible ha sido reiterada por colectivos vecinales y administraciones locales. La previsión de finalizar las obras en 2026 abre la puerta a que estas 86 viviendas públicas puedan, por fin, incorporarse al mercado una vez superada una paralización que ha marcado toda una década.