La Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha ha puesto cifras a una década de reconstrucción del Estado del bienestar tras los recortes que el PP de María Dolores de Cospedal aplicó en 2011. Para 2026, el departamento que dirige Bárbara García Torijano ha presentado en las Cortes regionales un presupuesto de 953,1 millones de euros, la cifra más alta jamás destinada al bienestar social en la comunidad castellano-manchega, un volumen que contrasta con la cultura de ajuste y tijera que siguen reivindicando PP y Vox allá donde gobiernan.

El proyecto para 2026 supone un incremento del 4,5% respecto a 2025, es decir, más de 40 millones de euros adicionales para fortalecer un modelo que la propia consejera ha definido como “moderno, equilibrado y centrado en las personas”. Según ha subrayado, este presupuesto representa la consolidación de más de una década de crecimiento sostenido y responsable en los servicios sociales y en la atención a quienes más lo necesitan, justo el terreno que la derecha suele convertir en objetivo prioritario de recortes cuando llega a los gobiernos autonómicos.

Desde 2015, con Emiliano García-Page en la Presidencia, Castilla-La Mancha ha invertido más de 9.550 millones de euros en políticas sociales, revirtiendo unos recortes de Cospedal entre 2011 y 2015 que han dejado una huella profunda en el sistema. La región ha pasado de invertir 1,6 millones de euros diarios en bienestar social a 2,6 millones al día en 2026, un salto de 57% más de presupuesto en esta etapa. Un modelo diametralmente opuesto al discurso de PP y Vox, que siguen cuestionando el peso del gasto social mientras reclaman bajadas de impuestos que inevitablemente acaban debilitando los servicios públicos.

García Torijano ha presumido también de gestión. La Consejería ha alcanzado más del 82% de ejecución presupuestaria a 30 de septiembre, dos puntos más que el año anterior y siete más que en 2015. La propia titular de Bienestar Social ha defendido que un presupuesto bien ejecutado ha significado un compromiso bien cumplido, y ha vinculado estos datos con rigor, planificación y gestión responsable que se traducen en mejores servicios para la ciudadanía, frente a los episodios de infraejecución o desvío de fondos que se han visto en otras comunidades gobernadas por PP y Vox.

Castilla-La Mancha, la comunidad que mejor gestiona la dependencia

Uno de los pilares del proyecto de 2026 será el Sistema de Atención a la Dependencia, que alcanza los 692,2 millones de euros, prácticamente el doble que en 2015. Castilla-La Mancha se ha situado, según el Observatorio estatal, como la comunidad que mejor gestiona la dependencia, con una nota de 8,3 sobre 10. La región ha pasado de un “suspenso” en 2015 a un sobresaliente, situándose como líder a nivel nacional en gestión de la dependencia, justo en un ámbito donde los recortes del PP golpearon con más dureza en la etapa de Cospedal.

La consejera ha destacado que Castilla-La Mancha tramita los expedientes en 167 días, aproximadamente la mitad del tiempo de la media estatal, situada en 350 días. Además, ha confirmado que en esta legislatura se alcanzarán las 120.000 prestaciones, cumpliendo el objetivo marcado por García-Page. Un mensaje que contrasta con el discurso de la derecha, que acostumbra a señalar el sistema de dependencia como insostenible mientras recorta plantillas, cierra recursos o los externaliza cuando gobierna.

El presupuesto permitirá impulsar una red de nuevas infraestructuras sociales: siete nuevas residencias de mayores, con más de 700 plazas adicionales, y la finalización de obras en centros y viviendas de mayores en Tarancón, Solana del Pino, Villagarcía del Llano y Ontur. A esto se sumarán nuevos centros de día y viviendas para personas con discapacidad en Torrijos, Alcaraz, Motilla del Palancar y Guadalajara, así como la apertura del Centro del Trastorno del Espectro Autista de Orgaz, un recurso pionero en la región. 

Nuevas tecnologías

En el frente más innovador, Castilla-La Mancha seguirá desplegando un modelo de teleasistencia avanzada que ya presta servicio a más de 84.000 personas, con dispositivos inteligentes y un enfoque proactivo. Programas como SEPAP-MejoraT crecen en plazas y presencia territorial, la ayuda a domicilio seguirá aumentando en horas atendidas hasta acercarse a 40.000 beneficiarios, y se reforzarán los recursos para jóvenes y familias, incluyendo el acogimiento familiar y el apoyo a jóvenes extutelados.

El presupuesto asegura además un blindaje de programas considerados esenciales: la Atención Temprana, con más de 8.000 niños y niñas en 2026 y más de 70 centros sin listas de espera, y los recursos para personas con discapacidad, con más de 15.000 personas atendidas cada día en 383 recursos especializados. En paralelo, se ha anunciado un nuevo impulso al termalismo social, las rutas senderistas, el turismo de mayores y los programas comunitarios contra la soledad no deseada.

Otro de los elementos que ha remarcado García Torijano ha sido la gestión de los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. En Bienestar Social se están ejecutando más de 130 millones de euros, que alcanzan 160,5 millones con otros fondos comunitarios vinculados a obras y proyectos. La previsión del Gobierno regional ha sido cerrar 2026 rozando el 100% de ejecución, un dato con el que la Junta ha querido subrayar que Castilla-La Mancha aprovecha cada oportunidad europea para transformar sus servicios sociales.

Con este presupuesto de 2026, el Ejecutivo de García-Page ha reivindicado que se cumplen los compromisos adquiridos, se refuerzan los programas esenciales del Estado del bienestar y se garantiza que Castilla-La Mancha siga siendo una región que cuida y protege, frente a quienes siguen viendo el gasto social como un lujo prescindible y no como la base de una sociedad más justa.