La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha apealado este miércoles a la sensatez de los sanitarios responsabilizándose del fracaso de la apertura de los centros sanitarios 24 horas que cerró con la pandemia. Según la presidenta, la falta de médicos en la mayoría de las urgencias se debe a que "el 60%" está de baja.

Así lo ha indicado en declaraciones a los periodistas defendiendo que la apertura de estos centros que cerró en marzo de 2020 y que ha abierto tras las múltiples críticas de la oposición era un compromiso de la Comunidad. "Yo lo que quiero decir en primer lugar es que hemos de agradecer a todos los profesionales que ya se han incorporado a estos centros y que gracias a su trabajo más de 10.700 pacientes han sido atendidos, una cifra habitual, las que teníamos en fechas previas a la pandemia", indicaba a pesar de que desde el pasado jueves apenas hay médicos en la región en los antiguos SUAPs, provocando que parte de esos pacientes hayan tenido que acudir al hospital más cercano para ser aprendido.

Echando balones fueras, ha señalado que lo que "nadie entiende es que haya habido un 60% de bajas sobrevenidas". Así, ha apelado a la sensatez de los médicos responsabilizándoles de que no se puede atender a los pacientes ya que "les afecta especialmente". "Se que hay grandes profesionales y que prácticamente todos están comprometidos con la salud de los ciudadanos", ha remarcado.

También es culpa de la izquierda

Lejos de la autocrítica, Ayuso se ha referido a la oposición indicando que, desde el punto de vista político, nadie ha entendido lo que ocurrió durante las fechas más importantes de la pandemia "cuando se boicoteo" el Hospital Isabel Zendal "con pacientes dentro" ni tampoco que los mismos políticos estén "ahora mismo llamando a la huelga, a boicots" porque a quien se perjudica es al paciente y al ciudadano.

"Apelo a la responsabilidad de todos los profesionales", remarcaba asegurando que los que han ido a trabajar de manera voluntaria son la prueba de que "se puede". La dirigente madrileña ha considerado que es evidente que "hay una inmensa mayoría de profesionales sanitarios que quieren seguir trabajando y que hay una parte política que intenta boicotearlo todo". "No solo esto. No quieren que la Sanidad pública avance", ha señalado sin referirse a los traslados forzosos para sus urgencias que provocan que centros de salud se queden sin pediatras.

La presidenta regional ha considerado que la oposición intenta "hacer campaña política de todo" mientras tanto "tienen servicios fundamentales del ciudadano secuestrados por fines partidistas". Como resultado de la falta de medios se ha referido a la sanitaria que ha sido agredida en uno de los centros en Guadarrama al no poder imprimir una receta puesto que no tenían medios. Ayuso ha indicado que a su Gobierno les parece "muy grave" y condenan "abiertamente lo sucedido", pero ha hecho hincapié en que "nada tiene que ver según la tipología de la persona que estaba involucrada" con los centros sanitarios y la falta de personal. Cabe recordar que la propia enfermera ha indicado en numerosos medios que llevaban tres días sin poder imprimir recetas y que la Comunidad no ofrecía ninguna solución.

"Esto es algo que sufren muchos funcionarios y muchos profesionales públicas cuando están cara al ciudadano. Por es lo que tenemos que hacer desde la Administración es reconocer la labor de esas personas, y desde luego, no aceptar, como ya se está intentando, hacer de este lamentable hecho una utilización partidista porque creo que aporta bastante poco", decía desdiciendo a la propia sanitaria.

Condiciones pésimas

Lo cierto es que estas urgencias habían funcionado con total normalidad hasta que Ayuso decidió cerrarlas por la pandemia. Tras despedir a todos sus sanitarios en los primeros días de confinamiento, anunció a bombo y platillo la apertura dos años y medio después. La idea de la Comunidad de Madrid era que los 80 centros de la región funcionaran con el personal de 40. “Esto provoca que centros de urgencias rurales como los SAR y urbanos como los SUAPs se queden con la mitad de los médicos y dando pie a situaciones peligrosas para el paciente y para los profesionales”, señalaba hace unos días Ángela Hernández, secretaria general del sindicato Amyts.

Los sindicatos habían puesto ya el acento en la presumible ampliación de la jornada laboral sin la retribución correspondiente a la que se verían expuestos los profesionales -que pasarían de hacer 1.536 horas anuales a 1642,5- y añaden ahora nuevamente que durante estos días la región “no ha dudado en desplazar a profesionales de la Unidad de Asistencia Domiciliaria (UAD), e incluso de la UVI para mantener el espejismo de centros abiertos”.

Para más inri, algunos de ellos fueron contactados de madrugada y a veces se veían obligados a desplazarse a más de una hora de su localidad. El modo de intentar atraer profesionales fue a través de un “bombardeo” de mensajes de texto, algunos de ellos recibidos de noche, en busca de voluntarios,