Armando Ojea ha sido elegido como el candidato de Democracia Ourensana para representar a la provincia de Ourense en las próximas elecciones gallegas de 2024 (todavía no hay fecha designada). Este anuncio marca un hito importante para el partido, que busca tener una voz propia en el Parlamento de Galicia y cuya presentación puede provocar variaciones significativas en el reparto de escaños de la Galicia rural.
La elección de Armando Ojea como número uno del partido se produce porque la ley gallega declara inelegible a los alcaldes -lo que hace imposible una candidatura encabezada por Gonzalo Pérez Jácome- y porque con el alcalde de Ourense, Ojea ha constituido "un binomio sin el que no se entendería Democracia Ourensana", tal y como reconocen fuentes del partido a ElPlural.com.
Ojea es, actualmente, teniente de alcalde del Ayuntamiento ourensano y cofundador del partido junto al propio Jácome. Durante su trayectoria profesional fuera de la política, se ha desempeñado como profesor y como músico, y ahora, tras su estancia en el Consistorio de Ourense, ha sido propuesto como candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia. A su vez, es reconocido como uno de los principales ideólogos del partido. Conforma un importante tándem con Jácome que se ha visto reflejado en Ourense, y que ahora buscará dar el salto en las elecciones autonómicas gallegas.
Democracia Ourensana y su ascenso hasta la alcaldía de Ourense con apoyo del PP
Democracia Ourensana (DO) es un partido político de carácter provincial, que ha tenido su origen en la provincia homónima. Fue fundado en el año 2001 por Gonzalo Pérez Jácome y, tras dos décadas en el tablero político, ahora gobiernan en la ciudad de Ourense tras haber obtenido en 2023 el mejor resultado electoral de su historia, con 10 concejales, tres más que en 2019, ocasión en la que también se hicieron con el poder tras diferentes pactos con el Partido Popular.
Para ser más precisos, después de un mandato marcado por la turbulencia, Democracia Ourensana experimentó un aumento en su apoyo electoral en las elecciones del 28 de mayo, ascendiendo de la tercera posición a liderar el consistorio orensano con el 34% de los votos, es decir, un incremento de casi 12 puntos porcentuales con respecto a 2019. Incluyendo los votos obtenidos en Barbadás, donde conservó su representación, y en Pereiro de Aguiar, a pesar de la pérdida del concejal, la suma total de votos en la provincia fue de 19.411, equivalente al 10,93% del total, situando a Democracia Ourensana como la tercera fuerza política en Ourense.
Después de esto, se iniciarían una serie de negociaciones marcadas por la incertidumbre y la negativa de las corporaciones locales de PSOE, PP y BNG de negociar con Jácome, sin embargo, una hora antes de la sesión de investidura se alcanzaría un acuerdo entre Democracia Ourensana y la dirección del PPdeG para que gobernarse la lista más votada en el Ayuntamiento de Ourense y la Diputación Provincial de Orense.
Con la mira puesta en replicar estos resultados en las próximas elecciones autonómicas, Jácome confía en obtener al menos dos escaños en una provincia estratégica, lo cual podría ser crucial en un escenario de resultados reñidos.
Jácome, un hombre muy polémico
Es importante no olvidarse de que Gonzalo Pérez Jácome, el alcalde de Ourense que no puede presentarse a las elecciones autonómicas por la ley electoral, acumula diferentes polémicas a sus espaldas. Por ejemplo, destaca la ocasión en la que reconoció en los audios revelados por el periódico local La Región saber cómo blanquear dinero en la campaña electoral.
"¿Cómo lo vas a blanquear para poder gastar en la campaña?", comenzaba la intervención el interlocutor de Pérez Jácome, a día de hoy desconocido. El político respondía abiertamente, según el contenido de los audios: “Pues con donaciones de la gente, se lo doy… Yo de eso controlo. A nivel fiscal controlo, no soy tan chapuzas”. Pero la conversación no terminaba aquí y Pérez Jácome continuaba revelando su intención: “A nosotros con esta cantidad nos llega… y… oficial o B, ¿no?”. La ley permite la financiación de hasta 50.000 euros, ante lo que el interlocutor, perteneciente a su círculo íntimo, le preguntaba: “¿Cómo vas a hacer? Porque joder, ¡tanto dinero en B!”. "Nos van a pillar con limosnas. ¡Si metes el palo, mételo a lo grande!", terminaba la conversación.
