Se acabó la guerra de las primarias. El obstinado ‘no es no’ a Pedro Sánchez se ha convertido en un inequívoco ‘sí es sí’. Susana Díaz ha tomado buena nota de la derrota sufrida en las primarias socialistas del domingo para elegir el nuevo inquilino de Ferraz y se repliega a sus cuarteles del palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta, y de la calle San Vicente de Sevilla, sede del PSOE de Andalucía.

Las dichosas listas

Como adelantó EL PLURAL en su edición de ayer, Susana Díaz entierra el hacha de guerra pero marca territorio. Fue el doble mensaje trasladado este miércoles a un grupo de periodistas andaluces a quienes convocó a una sesión informativa sin cámaras ni micrófonos, pero con autorización expresa de hacer uso de sus palabras.

Ante las interpretaciones “equivocadas” que se están haciendo de la decisión del PSOE andaluz de rechazar la propuesta del sanchismo de pactar listas únicas en las asambleas para elegir a los 255 delegados andaluces al congreso federal, Díaz quiso dejar bien claro que la guerra se ha terminado, que acepta los resultados de las primarias y que en “ningún caso” plantará batalla: “No habrá susanismo, se acabó, insisto, se acabó, ha ganado Pedro”.

¡Vaya hostia!

La presidenta no permitirá que nadie en la organización andaluza se esconda detrás de su nombre para erosionar al secretario general. Una de las personas de su entorno definía muy gráficamente el resultado de las primarias, que el PSOE andaluz acepta sin reservas: ”¡Vaya hostia!”.

Un castizo diagnóstico que parece compartir la presidenta, que recalcó que votará en el congreso federal de junio a favor del secretario general y de la ejecutiva que él tenga a bien configurar. ¿Incluso en el caso de que Andalucía no tenga la representación que le correspondería por cuota territorial? Incluso en ese caso: Díaz no reclamará cuota alguna a Sánchez, nada de nada, aceptará lo que decida el secretario general y se centrará en Andalucía, en la Junta y en el partido.

Lista única en Triana

La presidenta restó, por lo demás, trascendencia al hecho de que en Andalucía no vaya a haber listas conjuntas en los congresillos que eligen a los delegados. “Es que cada agrupación hará lo que quiera, que es lo que siempre han hecho. En mi agrupación, en Triana, habrá lista pactada y no pasa nada”.

Díaz recordó que lo mismo ocurrirá en otros territorios, donde ni siquiera la indicación del secretario general de pactar las listas será seguida en todas las agrupaciones, y recordó el caso de Extremadura, donde quienes han ganado con holgura presentarán listas en solitario y quienes han perdido están optando por avenirse al consenso. Sí lamentó, en todo caso, que hay agrupaciones sanchistas, como la de Dos Hermanas, donde los ganadores ni siquiera le cogen el teléfono a los representantes de la minoría.

Paz por territorios

Preguntada insistentemente si dejaría hacer a Pedro Sánchez aun en el caso de que éste diera al partido un rumbo contrario al que ella propugna, Díaz se cuidó mucho de no dejar abierto ni el más mínimo resquicio que pudiera dar pie a interpretaciones en clave bélica. La dirección del partido es cuestión de Pedro, vino a decir una y otra vez.

¿Y en Andalucía? ¿Qué ocurrirá si el sanchismo presenta batalla en el congreso regional de julio al que ella se presentará para logar la reelección? Si creen que pueden hacerlo, perfecto, vino a contestar Díaz, aunque de sus argumentaciones parecía desprenderse la confianza en que la tregua en las hostilidades debería ser reciproca. ¿Paz por territorios? Algo así.

Más Andalucía y más autocrítica

Díaz admitió que tendrá que reforzar la acción de gobierno, aunque eso no significa que vaya a hacer cambios inmediatos en su Gabinete, y que se dedicará en cuerpo y alma a la Junta de Andalucía, pues no en vano es donde el PSOE cuenta con su mayor poder institucional. El pacto, por cierto, con sus socios parlamentarios de Ciudadanos tiene una excelente salud, remachó la presidenta.

Aunque sin entrar en detalles, también se mostró bastante autocrítica: “Algo habré hecho mal. Tengo 42 años y no es la primera vez que pierdo. No pasa nada. Tengo mucho que aprender”. Admitió que la abstención del PSOE ante la investidura de Rajoy les ha hecho un daño terrible y reconoció que tal vez no defendió su posición favorable a ella con la antelación, claridad y contundencia que hubieran sido deseables. 

El nombre de Pedro

Sobre su seca aparición ante las cámaras la noche de las primarias para valorar los resultados, en la que no citó el nombre de Pedro Sánchez y recibió reproches generalizados por ese olvido, Díaz aseguró que en ningún momento fue su intención menospreciar a Sánchez o resistirse a admitir su derrota. Reveló que sus propios asesores le hicieron ver su error y por eso al día seguiente lo enmendó citando sin reservas al "secretario general electo", que es como le había llamado la noche anterior. 

También aseguró la presidenta que en ningún momento se mostró remisa a comparecer esa noche en la foto de familia con Pedro Sánchez y Patxi López, sino más bien todo lo contrario. Minutos antes de las 21:30 horas llamó a Sánchez para felicitarlo. En ese momento no le cogió el teléfono, pero más tarde el secretario general le devolvió la llamada. No así a Patxi López.