Vox en Málaga no levanta cabeza. Su representación en la capital es de cero concejales y en el resto de la provincia es exigua y para nada decisiva e influyente. De ahí, de “aquellos polvos vienen en estos lodos” que como el Guadiana, en forma de movimientos críticos, expulsiones y gestoras, se viene produciendo desde los pésimos resultados electorales en una provincia en la que las encuestas le auguraban unos buenos resultados electorales. Presidentes y dirigentes se suceden al frente de la formación de Abascal sin solución de continuidad.

Crisis desde su creación

La situación orgánica del partido es tan precaria que desde hace meses se rige por una gestora tras la dimisión del presidente elegido tan solo un mes desde su elección. El ex coronel de la Legión, Enrique de Vivero, presentó su dimisión en noviembre pasado como presidente de Vox en Málaga, al mes desde de ser proclamado vencedor en las primarias de la formación ultraderechista en la provincia malagueña. Tras su dimisión dijo que se iba por existir diferencias irreconciliables con dirigentes del Comité Ejecutivo que presidía y por no contar con el apoyo del partido de a nivel nacional. Pero llovía sobre mojado en el partido de Abascal en Málaga: ceses, dimisiones, expulsiones y disoluciones en la provincia regaban un campo abonado de minas y crisis internas.

Manifestantes ante la sede

Ayer viernes esa situación se aceleró con una manifestación de protestas de militantes de Vox ante su sede de la capital malagueña. Se trata de la denominada Plataforma Antigestora. Cerca de 50 afiliados de Vox Málaga se concentraron ante a la sede del partido pidiendo la dimisión de la Comisión Gestora que dirige el partido en la provincia. Según miembros de este sector crítico lo hicieron ante la continuada ausencia de democracia interna, por la pésima gestión que ejecuta la Gestora, la falta de transparencia y la inexistencia de participación de sus afiliados. Una situación que se arrastra desde hace mucho tiempo y que ha llevado a que militantes se hayan ido “aburridos de esta situación irregular”.

Los críticos han advertido que esta protesta es solo una primera fase de sus reivindicaciones. También han comentado a este medio que piensan llevarla a otras zonas de la provincia donde la situación que viene el partido es más que grave y precaria”.

Desde la gestora que dirige la diputada y vicesecretaria nacional de Portavocía, Patricia Rueda, y una de las personas que suenan como candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía, se ha minimizado la importancia de esta acción del grupo crítico. Se trata, dicen, de “un pequeño grupúsculo, un grupo minoritario que solo busca hacer daño al partido porque no han podido controlarlo. Además han añadido que en la concentración ante la sede se han podido ver a miembros de otras formaciones distintas a Vox.

Cencerros, pitos y gritos

La concentración, que ha durado casi dos horas, se ha desarrollado pacíficamente y ante la atenta mirada de dos furgonetas de la Policía Nacional. Los concentrados han hecho sonar cencerros y silbatos y se han oído voces pidiendo la dimisión de la Gestora provincial.

Aunque iban a hacer entrega de un manifiesto a Patricia Rueda, finalmente no fue así y dejaron copia del documento en la sede.

Duro documento

El documento acusa al partido de mala gestión de la gestora, de ausencia de participación de los militantes, falta de transparencia como muestran, dicen, las “numerosísimas y continuas” dimisiones” y bajas de afiliados.