El empresario malagueño y miembro de VOX, Alberto González, se hizo famoso tras el proceso secesionista en Cataluña al crear en Marbella la empresa Pig DeMont dedicada a la venta por internet de jamones y productos del cerdo. Ello provocó la ira de los independentistas y del propio ex President de la Generalitat que se quejó por el uso de “ese nombre y la caricatura de un cerdo con gafas” al entender que se asociaba a su persona y ofendía su figura política y el cargo que ostentaba. Incluso recibió una denuncia del abogado de Carles Puigdemont por supuesta “ofensa y vejación” a la imagen del expresident.

Este empresario de 54 años comenzó su peculiar actividad empresarial jamonera con cerdos procedentes de la Serranía de Ronda en las navidades de 2017. Tras las quejas independentistas se defendió afirmando que “los cerdos son de la montaña y pensé en crear el nombre Pig DeMont y no con el objetivo de “ofender al señor Carlos". Argumentos poco creíbles sabiendo de su militancia política en la organización ultraderechista de Abascal.

Cuando Vox comenzó a fichar a dirigentes locales para su partido se fijó en el perfil de González y, tras conversaciones, decidió abrazar la causa ultra y se afilió en Marbella. Logró un alto grado de conocimiento entre las redes sociales por su marca “Pig Demont”, sus tuits, la fobia hacia todo el mundo LGTBI y la participación en tertulias radiofónicas.  

Pero tras desilusionarse de la formación ultra, más adelante se dio de baja del partido acusando al partido de designar a la exgerente de un club de alterne como cabeza de lista a las municipales de Marbella.  

Más adelante, volvió a coger la bandera de Vox pero en esta ocasión en la localidad limítrofe de Mijas. Rápidamente ascendió y fue nombrado coordinador de esta localidad de la Costa del Sol. Los enfrentamientos con algunos responsables de Vox en la Costa del Sol han hecho que el empresario haya sido cesado. En su cuenta personal de Twitter, González se declara como "excoordinador de Vox Mijas, cesado por tener principios". 

González no tuvo jamás el respaldo de un sector importante de Vox Málaga. Lo veían como un hombre que se pasaba de frenada” y ponían de ejemplo sus insultos en redes a Pablo Iglesias o Pablo Echenique. De este último escribió: "Gran semana para España, hoy no ha pasado la ITV Echenique". También su ultrafobia y comentarios l colectivo LGTBI ha causado enromes polémicas. El aparato no lo quería y ya ha sido cesado mediante una carta en la que solo se le agradecen los servicios prestados.

El creador de 'Pigdemont' seguirá vendiendo jamones y escribiendo tuits polémicos. Ni siquiera en Voz, formación ultra por antonomasia, lo quieren.