Regresa la bronca al Ayuntamiento de Granada, pero los protagonistas no son esta vez PP y Ciudadanos, sino Vox, la tercera pata del pacto que el pasado 15 de junio hizo alcalde al ex senador socialista y líder local de Ciudadanos Luis Salvador.

El portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Granada, Onofre Miralles, protagonizó ayer una rueda de prensa explosiva en la que desde luego hizo mucho ruido, aunque todavía es pronto para saber si, además de las balas de fogueo disparadas durante su comparecencia, guarda en la recámara alguna bala de verdad para liquidar a Salvador y propiciar su sustitución por el socialista Francisco Cuenca.

Susto o muerte

Miralles no se mostró precisamente indulgente con el equipo de gobierno de PP y Ciudadanos. Ni con sus líderes, el alcalde Luis Salvador (Cs) y el primer teniente de alcalde Sebastián Pérez (PP), a quienes comparó con “dos gallos que no caben en el mismo corral” y que mantienen a la ciudad en una situación de “desgobierno”. De seguir así las cosas, amenazó Miralles con retranca, Luis Salvador será “Luis el Breve”.

¿La amenaza de una moción de censura contra el alcalde iba en serio? Para la mayoría de observadores, no del todo. El portavoz ultra se refirió a ella situándola en un escenario “remoto e hipotético", aunque también pidió “perdón” por haber votado a Salvador. Y si se fiaban tan poco de él ¿por qué lo votaron? Porque tenían que elegir “entre susto y muerte”, explicó desahogadamente Miralles.

Una moción (o dos)

Por lo demás, no es la primera vez que Vox desempolva el fantasma de la moción, en la que el grupo de extrema derecha se limitaría a prestar a la izquierda el concejal que necesita para hacer alcalde a Cuenca.

¿Pero aceptaría Vox de buen grado las políticas de un alcalde socialista? Para esa eventualidad, Vox tiene previsto también un mecanismo de seguridad que Miralles detalló sin sonrojo a la prensa: en tal caso, haría dimitir a su concejal que hubiera apoyado la moción de censura, lo sustituiría por el siguiente de la lista de Vox y promovería una segunda moción de censura para devolver la Alcaldía a la derecha.

Entre los reproches de Vox destaca la pretensión de Sebastián Pérez mejorar su rango institucional pasando a ocupar una Vicealcaldía, órgano de nueva creación que conllevaría “un gasto extra” con el que los ultras están en desacuerdo. Ser vicealcalde es el máximo premio de consolación que habría logrado Pérez, resignado ya a que Salvador ocupe durante los cuatro años de legislatura el cargo de alcalde.

El primer efecto de la andanada de Vox ha sido la suspensión de la rueda de prensa que ayer habían convocado PP y Cs para publicitar la gestión de sus 100 primeros días de gobierno. En principio, la han pospuesto para el jueves 26.