Cuando haces el trayecto por carretera desde Málaga a la Bahía de San José en Almería, la primera sensación que percibes es la de, casi al final del viaje cuando llegas a territorio Parque Cabo de Gata-Níjar, adentrarte en un escenario radicalmente distinto, cuidado, bello "por naturaleza" donde la mano ambiciosa del homo constructor no ha entrado a mansalva sino de manera racional. Nos hallamos ante la majestuosa presencia de un Parque Natural Marítimo-Terrestre que aun sigue vivo gracias, entre otras razones, a la defensa de sus antiguos propietarios, tal y como narrábamos en el reportaje sobre su benefactora Doña Pakyta.
Los Genoveses. Juan Luis Valenzuela, ElPlural.com
"Es uno de los enclaves mediterráneos aún a salvo de los destrozos de otros lares y, muy especialmente, exento de masificación turística. Un lugar con un símbolo en el pequeño núcleo de San José"
Lomas de siluetas redondeadas, montañas perfiladamente suaves y continuadas, fauna y flora endémica, paisaje árido de origen volcánico, calas de ensueño e inacesibles en coche, playas naturales con control de acceso y numerus clausum de vehículos, edificaciones planas, pueblos y barriadas blancas y muy bien preservados del caótico urbanismo de otros litorales... Podríamos estar añadiendo calificativos y más epítetos para certificar la belleza natural y la serenidad que genera este singular Parque Natural Marítimo-Terrestre de Cabo de Gata-Níjar creado en diciembre de 1987 para la conservación de sus ecosistemas naturales y valores paisajísticos.
Los amantes de destinos singulares saben que es uno de los enclaves mediterráneos aún a salvo de los destrozos de otros lares y, muy especialmente, exento de masificación turística. Un lugar con un símbolo en el pequeño núcleo de San José, símbolo de la bahía, que en tiempos del Covid transmite salud, relax y seguridad. Y eso, ahora, no es poco.
El peligro se llama "cambio de uso"
Todo ello podría estar amenazado según denuncian colectivos, partidos y asociaciones si se cruza esa delgada línea roja que separa la rehabilitación de cortijos de la construcción pura y dura de instalaciones hoteleras. Esta última opción gana terreno además bajo el supuesto eufemismo de cambio de uso. Una decisón política residenciada en la Junta de Andalucía que podría saltarse el gran número de figuras de protección de carácter natural como cultural que hasta ahora lo mantienen casi inalterable.
Playa de los Genoveses. Juan Luis Valenzuela, ElPlural.com
El peligro, aquí y ahora, viene por el deseo y los pasos dados para la construcción de un hotel de 30 habitaciones a menos de un kilómetro de la llamada playa de Los Genoveses, icono del enclave y símbolo de la bahía, San José. La extensión que podría ocupar la zona donde se ubicaría el complejo hotelero sería la equivalente a tres campos de fútbol.
Hasta ahora, la zona y los núcleos limítrofes pertenecientes al municipo madre de Níjar (San José, Pozo de los Frailes, Los Escullos, Rodalquilar, Las Hortichuelas, Las Negras, Agua Amarga, La Isleta del Moro, Fernán Pérez y la Boca de los Frailes) mantienen su encanto gracias a un turismo controlado de las grandes acumulaciones humanas, salvándose de la eclosión inmensa de masificación "chiringuitera", apartamentos turísticos y hoteles de gran altura erigidos en zonas de gran belleza paisajística y cultural.
"La extensión que podría ocupar la zona donde se ubicaría el complejo hotelero sería la equivalente a tres campos de fútbol, en un lugar que, hasta ahora, mantiene su encanto gracias a un turismo controlado de las grandes acumulaciones humanas"
La amenaza acecha porque en una zona de varios cortijos, "Las Chiqueras", se pretende transformar en un hotel de 30 habitaciones, más piscina, aparcamiento restaurante y otras instalaciones propias del ocio. Si grave es hacerlo en el Parque, más aun es su ubicación especial frente a la playa de Los Genoveses, a tan solo un kilómetro. También a poco más de tres mil metros de la otra emblemática playa, El Mónsul, y ubicado a la salida del pueblo de San José.
Una cortijada para "rehabilitar" y cambiar su uso
Las Chiqueras. Juan Luis Valenzuela, ElPlural.com
"Las Chiqueras" es una hacienda integrada por varios cortijos. Fue propiedad de la ya mencionada Doña Pakyta y de su marido. Al fallecer en 2014 sin hijos, esta protectora ambiental y poseedora de una extensión inmensa de terrenos del Parque Natural fueron sus sobrinos los únicos herederos del legado patrimonial. Pero parece que ahora pretenden truncar la labor "conservacionista" de sus tíos y la mutan a otra típicamente de los "conservadores" como es el afán constructor.
"La zona está catalogada con especial protección como zona de cultivos agrícolas tradicionales, forestales, actividades cinegéticas o actividades de educación ambiental . En teoria imposible de cambiar el uso salvo que se declare de interés público"
La Consejera de Agricultura del Gobierno andaluz, perteneciente al Partido Popular, almeriense y ex alcaldesa de Adra, Carmen Crespo, se ha mostrado a favor del proyecto y la Junta está dispuesta a aprobarlo. El Gobierno de Moreno Bonilla apoyan una inicativa que se halla en fase tramitación de autorización ambiental pendiente del periodo de alegaciones. La Junta de Andalucía tendrá que enfrentarse a casi 200.000 firmas en contra del hotel ya que serán adjuntadas a las alegaciones presentadas por distintos colectivos ecologistas.
También está teniendo en su contra un fuerte movimiento de grupos ecologistas y asociaciones así como el de la la oposición en el Parlamento. La zona donde se ubicaría el hotel de la discordia está catalogada con especial protección como zona de cultivos agrícolas tradicionales, forestales, actividades cinegéticas o actividades de educación ambiental . En teoria, imposible de cambiar el uso salvo que se declare de interés público. Y aun con esa declaración hay muchisimas dudas legales de que fuera posible.
Las Chiqueras. Juan Luis Valenzuela, ElPlural.com
Hablamos con la gente
Desde ElPlural.com hemos querido conocer la opinión de la gente, especialmente la de los nativos y residentes en la zona. Un pequeño empresario turístico nos responde que está en contra, "el Parque está bien como está y por eso a la gente le encanta". Pero en tono resignado y pesimista me comenta que "siempre ganarán los mismos". Un vecino de San José me dice que se corre el peligro de que "esto se convierta en una pequeña Benidorm y que, además de cargarse la zona, serán intereses e inversores de fuera los que vengan a instalarse".
Salgo del pueblo en coche y llego al aparcamiento de “Las Chiqueras" tras pasar el control que limita el número de accesos. Es la segunda vez que lo intento. Es aquí donde encuentro a las primeras personas a favor de construir el hotel. Se trata de los jóvenes que trabajan de guías y ordenan el acceso de coches a Los Genoveses. Lógico, están contratados por la misma empresa que promueve el hotel. La consigna dada es la misma: "No se va a construir nada, solo rehabilitará. Ya está hecho, no se va a edificar". Así uno tras otro hasta que una chica a la que le repregunto y le muestro mis dudas de que sea una simple rehabilitación, harta tal vez de mi insistencia y de periodistas, me contesta bruscamente "Y yo que séeee..., yo no estoy para informar de esto". Gracias, chica, soy consciente de que puedo ser un tipo molesto pero "preguntar no es ofender"... o eso me enseñaron.
Dejo el coche y me voy andando por el camino rústico de 900 metros que conduce a la Playa de los Genoveses. En el camino pregunto a un turista con el que comparto camino. Se trata de un ingeniero agrónomo de Granada que veranea habitualmente en San José. Está seguro que "sí se abre la veda de los cortijos rehabilitados esto pronto se transformará en otra cosa... y ya no será lo mismo".
"Si se da permiso para el hotel de Los Genoveses, será un coladero, vendrán más y más. En esta zona hay muchos cortijos que seguro que pedirán permisos y licencias. Si damos pie a esto acabaremos como la Costa del Sol"
Por la noche, en la recoleta y cuidada Plaza de San José, el ágora del pequeño municipio, rodeado de bares y restaurantes donde degustar platos típicos de la zona, pregunto a una joven pareja que residen en un núcleo cercano, Las Negras. Viven del turismo y de la restauración por lo que tienen datos fundamentados para opinar así: "Si se da permiso para el hotel de Los Genoveses, será un coladero, vendrán más y más. En esta zona hay muchos cortijos que seguro que pedirán permisos y licencias. Si damos pie a esto acabaremos como la Costa del Sol. Si dices ´sí a Las Chiqueras ¿cómo le dices luego a otro propietario de cortijo que ´no´?. Es como si sentaras jurisprudencia".
(Continuará. Mañana II parte)
