Ayer sábado por la mañana una amiga de Madrid me envió un video, que ella había recibido a las 8,30 de un amiga enfermera de su hija, en el que un enfermero de UCI del hospital Gregorio Marañón llamado Víctor Aparicio, enfadado porque la comunidad de Madrid no les ha facilitado los equipamientos necesarios, hacía un llamamiento para que este domingo 26 no aplaudamos a las 20 horas y hacer así un minuto de silencio en protesta por esa desatención; no le di mayor importancia, aunque me puso en alerta; cuando a las 18,50 me llegó de forma indirecta un anuncio, recibido a través de una red de wasap, de una convocatoria de “gran cacerolada” el mismo sábado a las 19 horas para “pedir la dimisión de este Gobierno de bulo”, muy tipo VOX, la cosa empezó a olerme a chamusquina y cuando al poco en un chat de wasap familiar me llegaba la noticia de que en el distrito de Salamanca de Madrid  a las 19 horas había habido una cacerolada de  8 minutos seguida de  un wasap de vecinos de la zona para que no se saliera a aplaudir a las 20 horas, me temí lo peor y se me hizo eterna la espera hasta las 20 horas para comprobar si íbamos a estar solos  o no en el aplauso de apoyo al personal que lucha contra el virus en primera línea; aunque la cacerolada de las 19 no había sido seguida en mi barrio de chalet en Dos Hermanas, no las tenía todas conmigo.

Aliviado, el aplauso fue como siempre, incluso los saludos con una familia de vecinos que suben a su terraza para ver y ser vistos fueron más afectuosos que nunca. Lamentablemente  una hermana que vive en Córdoba en un barrio similar al nuestro, estaba desolada pues era la primera vez que estaba sola en el aplauso.

Aunque el seguimiento de la convocatoria fue minoritario, fue seguido preferentemente en barrios acomodados y salvo excepciones no pareció afectar al vigor del aplauso general de las 20 horas.

No estaba tranquilo porque me parecía que alguien se estaba empeñando en fastidiarme el mejor momento del día, sí, yo creo que  aplaudir juntos a  las 20 horas  nos da la fuerza necesaria para seguir confinados el tiempo que sea necesario, porque te hace consciente de que no estás solo, y que los vecinos con los que nunca has hablado son como tus familiares que te acompañan en este trance.

Ya me habían sentado fatal las caceroladas fracasadas promovidas anteriormente por dirigentes de VOX contra el gobierno y por dirigentes de Podemos contra la monarquía por lo que creía que nuestro encuentro diario aplaudiendo estaba a salvo de demagogias partidistas.

Me apasiona el estudio de la comunicación y del uso de las redes sociales y decidí profundizar superficialmente,  valga el oxímoron,  en este caso, para lo que hice un llamamiento en wasap y facebook pidiendo a  mis amigos que me dijeran si habían recibido mensajes de este tipo, cuáles y a qué horas.

No le voy  a dedicar más tiempo para no obsesionarme pero voy a resumir los datos que me han facilitado los 67 amigos y familiares que  me han respondido desde Alicante, Barcelona, Buenos Aires, Badajoz,Cáceres, Cádiz, Córdoba, Huelva, Málaga, Madrid y Sevilla..

Ayer 25 muy de mañana se difundió desde Madrid el video de un enfermero pidiendo  que no hubiera aplausos hoy domingo 26, sino un minuto de silencio, que corrió como la pólvora y a las 18,30 ya había recorrido España entera. Un poco más tarde, a partir de las 16,30, un anuncio con diseño “modernito” muy en la línea del que usan las instituciones sanitarias para sus campañas divulgativas,  apoyaban esa convocatoria pero para ese mismo sábado.

Simultáneamente y no sé desde cuándo, el anuncio más marcial, diseño VOX, con bandera de España de fondo pedía “la gran cacerolada” a las 19 horas, lo cierto es que circulaba  desde por la mañana  del 25 y al poco otro anuncio más directo y ecléctico que pedía lo mismo, la “gran cacerolada pero menos politizada “por no haber dotado a nuestros sanitario de medios suficientes”,   para hoy 26 pero a las 20 horas, es decir  no aplausos y si cacerolada. Por otras redes viajaba el mismo mensaje pero con otros soportes menos patrióticos y con fondo azul para la misma cacerolada pero sin concretar fecha.

En fin y luego el despiporre de algunos espontáneos que pedían lo mismo pero con textos muy largos y con el pretexto de apoyar a los sanitarios, incluso con instrucciones para hacer videos de apoyo.

No parece, afortunadamente, una conspiración bien articulada pero sí que aprovechando el lógico descontento por los problemas de los sanitarios, algunos que quieren la dimisión del gobierno, seguramente para ser ellos los que tomen el mando se han empeñado en destruir uno de  los símbolos más bonitos de esta dura etapa que estamos viviendo.

Que critiquen al gobierno me parece bien,incluso algunas me han hecho gracia, aunque otros hayan caído en la demagogia más miserable. Que convoquen manifestaciones digitales me parece imaginativo, pero que por favor quiten sus sucias manos del aplauso común de las 20 horas. A mí me parece imperdonable y confío que  todos hagamos oídos sordos a estas estrategias que minan nuestra moral y que hoy domingo más que nunca aplaudamos juntos, “los blancos, sus manos blancas, los negros, sus negras manos”  pues TODOS ESTAMOS UNIDOS EN LOS APLAUSOS.