Extrañaba el silencio del presidente provincial del PP malagueño, Elías Bendodo, tras los duros ataques recibidos por la Universidad de Málaga (UMA) por parte de dos conspicuos miembros de su partido como son el alcalde, Francisco de la Torre y la diputada y ex regidora de la capital, Celia Villalobos.

Bendodo ante las llamaradas que crecían ha tenido que salir a apagar el fuego. Tal vez pensó inicialmente que la polémica se apagaría sola y que no se iba a extender por la ciudad. Pero no solo no ha sido así sino que amenaza con seguir ampliándose ya que han tocado un terreno muy sensible. Cuestionar a la UMA y de la forma que han hecho es asunto muy delicado.

Tras mantener ese silencio calculado el presidente provincial del PP ha tenido que ponerse el traje de bombero, calzarse las botas reglamentarias y coger la manguera. Puede que aminore algo la polémica pero el daño ya está hecho. Y se quiera o no se seguirá hablando y escribiendo de la gran metedura de pata de Villalobos y De la Torre que como decíamos ayer están convirtiéndose cada día más en auténticos jarrones chinos del PP malagueño que más que soluciones comienzan a hacer problemas. Si alguien en el Partido Popular pensó que pensionando a ambos en el Congreso y en el Senado se quitaban de en medio a estos dos hándicaps y rémoras políticas, se equivocaron. Y si solo se limitan desde la dirección popular a echar un poco de agua sobre el terreno quemado, como sabe la gente del campo, de los rescoldos volverá a salir fuego.

Aunque Bendodo en su papel de bombero del PP haya querido mandar la polémica al campo del PSOE al haber tachado de "soberana tontería" la acusación del PSOE acerca de que los 'populares' tienen una campaña "sucia y vengativa" contra la Universidad de Málaga (UMA) y su rectora, Adelaida de la Calle, conoce perfectamente que lo que es pasto de las llamas ya es tierra quemada que si vuelve a renacer, tardará pues el daño ya está hecho. Y últimamente tanto De la Torre como Villalobos se han convertido en los "Atilas" del PP malagueño. Por donde pasan y por lo que hablan propician que deje crecer la hierba.

Decir como ha dicho que "El PP no tiene ninguna campaña, todo lo contrario, tenemos un concepto positivo del trabajo que se hace en la Universidad" y mostrarse "sorprendido" de que "quien salga a defender el trabajo de la UMA no sea la propia Universidad, sino el PSOE", puede que sea lo que tenga que decir, lo que su salario y cargo le obliga a defender, pero el presidente de la Diputación y del PP sabe que lo afirmado por sus compañeros de partido es toda una bomba contra la propia ciudad e incluso la misma provincia malagueña. Los incendios no se eliminan con agua, solo con políticas preventivas que a veces obligan a arrancar malas hierbas que crecen desde hace muchos años, demasiados años tal vez. Conviene de vez en cuando pasar el rastrillo y la hoz y cortar los matojos vetustos por mucho que formen parte del paisaje.