Imponer una tasa turística ya no es un ataque al sector. Ni pone en riesgo el futuro de una actividad que da empleo a decenas de miles de personas. Ni, al parecer, tiene nada que ver con lo que todo el mundo conoce como subir los impuestos.

El Partido Popular ha modificado radicalmente su posición al respecto al firmar con Ciudadanos un acuerdo de 80 puntos para gobernar la ciudad de Granada en el que figura, con el número 15, el siguiente: ‘Tasa turística previo acuerdo con el sector dedicando los ingresos exclusivamente a fines turísticos’. Se diría que con el cauteloso añadido 'previo acuerdo con el sector' ambos partidos intentan curarse en salud, cuando no tirar la piedra y esconder la mano.

En realidad, la tasa supondría un incremento de la presión fiscal, de cuya bajada vienen haciendo bandera tanto PP como Ciudadanos en el Gobierno andaluz y allá donde gobiernan. El discurso fiscal de ambos partidos es, como se sabe y ellos repiten machaconamente, que cualquier subida de impuestos tiene un efecto negativo en el consumo y la inversión.

Granada 2017

En septiembre de 2017, el grupo popular del Ayuntamiento de Granada, gobernado entonces por el PSOE, presentó una moción en apoyo del sector turístico en el que exigía "no gravar con nuevos impuestos ni a subir los que ya existen al sector turístico porque sus profesionales están haciendo un esfuerzo muy importante por atraer visitantes y por conseguir que vuelvan".

La portavoz municipal del PP en la Corporación granadina, Rocío Díaz se mostró entonces explícitamente en contra de crear una tasa turística: “No existe un consenso con el sector y, mientras no lo haya, no podemos apoyarla". 

Alicante 2015

No fue esta la única vez en que el PP rechazó un impuesto turístico. En diciembre de 2015, el pleno de la Diputación de Alicante aprobó, pero con los votos a favor del PP y Ciudadanos, una declaración institucional presentada por el gobierno popular en la que se instaba al Consell valenciano a no instaurar una posible tasa turística como "figura tributaria para cambiar el modelo de turismo de la provincia".

Los grupos del PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida votaron en contra de esta declaración institucional.

Sevilla 2017

En agosto de 2017, la concejal del PP en el Ayuntamiento de Sevilla Carmen Ríos mostraba el rechazo rotundo de su partido a la implantación de una tasa turística en la capital andaluza "por el rechazo del sector y por la pérdida de competitividad de Sevilla como destino turístico" y porque "no se pueden tomar decisiones sin valorar el impacto negativo que este debate puede ocasionar en la imagen de la ciudad". 

Ríos puso el ejemplo de Cataluña y Baleares, donde se aplican entre 45 céntimos y 2,25 euros y entre 50 céntimos y dos euros por noche, respectivamente, unas cantidades que "habrá a quién le parezcan pequeñas, pero son precisamente en esos mínimos márgenes donde está la diferencia, es lo que hace que los touroperadores compitan o no" y "no aporta nada nuevo al cliente". 

Canarias 2019

En fecha más reciente, en enero de este mismo año, el PP sumaba sus votos a Coalición Canaria y a la Agrupación Socialista Gomera para rechazar en el Parlamento canario la toma en consideración de la proposición de ley promovida por Nueva Canarias para la creación del impuesto sobre las estancias en establecimientos turísticos de las islas, que habría generado una recaudación de 160 millones de euros al año.