La prometida Bajada Masiva de Impuestos, que el espléndido candidato Juanma Moreno identificó gráficamente en campaña con las siglas BMI, no va a ser inmediata ni será probablemente masiva a tenor de lo escuchado este jueves al ahora cauteloso presidente andaluz en su primera sesión de control. En uno de los debates de la campaña electoral, Moreno había sido tajante: "Quédense con estas siglas, BMI: Bajada masiva de impuestos. Vamos a dejarlos al mismo nivel que la Comunidad de Madrid".

Los reproches por su incumplimiento y “sus retrasos” no han venido, además, únicamente de la oposición, sino también de su socio parlamentario Vox, cuyo portavoz Alejandro Hernández sospecha que el presidente se está escudando “en la herencia recibida” para incumplir sus generosas promesas fiscales.

Con una retórica algo antigua, pero que aun así entendieron bastante bien sus señorías, el diputado ultra le espetó a Moreno: “No sabemos si esas medidas están sometidas a una condición suspensiva o a una condición resolutoria".

Relación de olvidos

Al igual que sucedió con los 600.000 empleos netos que prometió en campaña y olvidó mencionar en su discurso de investidura, la audaz BMI también ha desaparecido del vocabulario presidencial. En su respuesta a Hernández, Moreno pidió a los diputados que tuvieran “la absoluta seguridad de que este Gobierno cumplirá su palabra" porque la bajada de impuestos “está en nuestro ADN” y en la estrategia del PP “contra la excesiva presión fiscal”.

El presidente, sin embargo, no comprometió ningún plazo ni ofreció ninguna cifra de los que tuviera que desdecirse en el futuro como se está desdiciendo en el presente de lo prometido en el pasado. La única precisión fue la relativa al Impuesto de Sucesiones y Donaciones, cuya supresión sí se hará efectiva este año y de la que se verán beneficiados los herederos directos que reciban más de un millón de euros por cabeza.

Mal empezamos

El presidente dijo necesitar tiempo para conocer a fondo la situación financiera de la Junta antes de “tomar decisiones”, y puso como ejemplo que en los últimos tres años se han pagado 500 millones de euros para afrontar sentencias judiciales adversas y quedan pendientes de pago otros 165.

No convencieron del todo las explicaciones al diputado Hernández. No era “lo riguroso ni lo deseable” lo que le estaba contando el presidente: “Mal comienzo –advertía desde su bancada de la extrema derecha– que lo primero que hagamos sea que lo que acabo de decir ya no vale, porque lo que me he encontrado es peor de lo que esperaba".

Malditos alquileres

También se mostraron críticos, pero era lo esperado, los diputados del Partido Socialista y Adelante Andalucía Francisco Conejo y Maribel Mora, respectivamente, para quienes el PP y Ciudadanos actuaron de forma demagógica en el pasado en asuntos como la también prometida y no cumplida supresión de las indemnizaciones por vivienda a los altos cargos.

A cuánto ascenderán tales indemnizaciones, preguntó la oposición. El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, dijo que la cifra se publicará en el Portal de Transparencia una vez que estén hechos todos los nombramientos y cumplimentadas todas las solicitudes de los interesados.

La diputada de Adelante Andalucía Maribel Mora se mostró muy crítica con esas ayudas al alquiler, tanto cuando las otorgaban los Gobiernos socialistas –700.000 euros anuales– como ahora que seguirá haciéndolo el Ejecutivo del PP y Ciudadanos: "Hace dos meses defendían una cosa y ahora otra, pero lo lógico –argumentó Mora– es pagar antes las ayudas a las familias en situación de vulnerabilidad y luego las ayudas a altos cargos".

Lecturas recomendadas

En la sesión de control al presidente se estrenó desde la oposición la expresidenta Susana Díaz, que intercambió algunas pullas con su sucesor en el cargo, aunque el duelo dialéctico no fue particularmente agresivo.

Díaz expresó en tono menor su confianza en que el mandato de la derecha sea “lo más breve posible” y Moreno le devolvió el recado recomendándole la lectura del libro ‘Manual de resistencia’, del que es autor el presidente del Gobierno Pedro Sánchez: “Le va a hacer falta en estos cuatro años”.

El presidente no se dio por aludido cuando Díaz le reclamó que clarificara el verdadero alcance de su pacto con Vox, ni cuando prometió hacer una oposición leal pero exigente. Moreno se limitó a recordarle a su antecesora “el triste legado” de sus cinco años como inquilina de San Telmo.

Manual de pecadores

Tampoco faltó chispa dialéctica en la confrontación entre Díaz y el portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero. Tal vez algo rebuscado pero en cualquier caso ingenioso, Romero le dijo esto a la expresidenta:

“El PSOE en Andalucía ha cometido los 7 pecados capitales de la política: se ha gastado el dinero de los andaluces con gula, ha usado tarjetas con lujuria, ha gobernado con soberbia, ha pensado sólo en los sillones por avaricia, ha hecho la vista gorda con la corrupción por pereza, y ahora, está haciendo la oposición con ira y envidia”.

La incursión del diputado naranja en los vicios socialistas a la luz del Catecismo tenía sus riesgos, que la ‘pecadora’ Díaz no pasó por alto, apresurándose a recomendar al ‘hermano’ Sergio que se confesara con urgencia, pues no en vano durante tres largos años su grupo había sostenido sin remilgos a un Gobierno con un historial pecaminoso tan abultado.