Las sucesivas condenas judiciales no hacen mella en él. El médico y activista Jesús Candel, conocido en las redes sociales como Spiriman, no escarmienta ni ceja en su empeño de insultar a políticos, fiscales, médicos, sindicalistas, periodistas… Su víctima más reciente, a 30 de enero de 2019, ha sido el periodista del diario Granada Hoy que el lunes pasado publicaba una información haciéndose eco del último revés judicial sufrido por Candel.

El titular de la información era este: “Nueva condena judicial a Spiriman por llamar ‘putona’ a una compañera”. El subtítulo de la información precisaba los detalles: “El juez de Pirmera Instancia 13 impone a Candel una indemnización de 5.000 euros por ‘intromisión ilegítima’ en el honor de una compañera del Virgen de las Nieves”.

Spiriman al ataque

La reacción de Candel al día siguiente en su cuenta de Twitter, que tiene 35.000 seguidores, fue esta entrada: “Ni me condenan por llamarle ‘putona’, que no sé si será verdad, ni es compañera mía. Es jefa de hostelería a dedo incumpliendo la ley y una mentirosa. El autor del artículo además –añade el comentario– me cuentan que tiene problemas con hacienda. ¿Será verdad?”.

La primera versión publicada se preguntaba también si el periodista tenía "problemas con las drogas", aunque horas después Candel retiraba esta última alusión difamatoria. El Diccionario de la Lengua Española que publica la Real Academia define así difamación: “Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama”.

El portavoz de la prestigiosa asociación de consumidores FACUA, Rubén Sánchez, que también ha sido objeto de los insultos y amenazas de Candel, se hacía eco en estos términos de la reacción del médico al artículo periodístico: “La reacción de Jesús Candel a la publicación de la condena por insultos machistas a una trabajadora del SAS ha sido sembrar el rumor de que el periodista de Granada hoy que ha dado la noticia es drogadicto. Sobran comentarios”.

La sentencia

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 13 de Granada considera la expresión "putona" especialmente "grave e injuriosa" y certifica la "vulneración" por parte de Spriman del "derecho al honor" de una compañera de trabajo "por la utilización contra ella de expresiones insultantes" en los vídeos publicados en las redes por el médico.

No es la primera sentencia condenatoria contra Candel ni seguramente será la última. Semanas atrás también fue condenado a pagar otros 5.000 euros de indemnización al jefe de Nefrología del Hospital Virgen de las Nieves por lo mismo: atacar su imagen y su derecho al honor.

Promotor de las masivas manifestaciones de 2016 y 2017 contra la fusión hospitalaria de Granada y la exigencia de dos hospitales completos, la figura de Candel despertó grandes simpatías que él mismo se ha ocupado de ir dilapidando con sus insultos a numerosas personas y colectivos de Granada y Andalucía.