Acudió al juzgado blindado por cientos de seguidores, pero eso no pareció impresionar mucho al juez, que durante la vista tuvo que hacerle la advertencia de que no iba a permitir que convirtiera el juicio en “una guerra”. Con ello, el juez frenó los aparatosos gestos y frases de incredulidad de Jesús Candel ante la exposición del fiscal.

El Juzgado de lo Penal 6 de Granada ha acogido este miércoles el juicio contra el doctor Jesús Candel, alias Spiriman, por supuestas injurias y calumnias a la expresidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y al que fuera viceconsejero de Salud Martín Blanco a través de los vídeos que ha colgado en los últimos años en sus redes sociales.

Por videoconferencia desde un Juzgado de Sevilla, Susana Díaz ha prestado declaración como testigo afirmando que fue "público y notorio" lo que sobre ella dijo Spiriman. Díaz ha resaltado el "dolor" que durante meses sintió su familia ante una "cascada de insultos" que en principio no supo adónde "iba a llegar". La "gente por la calle" se lo decía, ha indicado la secretaria general del PSOE-A, y sus familiares le señalaban que le habían vuelto a decir "corrupta". Por todo ello se ha reconocido "muy ofendida".

Posteriormente, en declaraciones a los medios en los pasillos del Parlamento, Díaz ha explicado que "no vale el insultar, el ofender, el meterse con la familia de cada uno de nosotros que estamos en la política, porque tus familiares no tienen por qué soportar ese tipo de insultos y de vejaciones, o que se incite al odio".

Sin éxito, Spiriman había reclamado al inicio del juicio la nulidad  del caso por la posible vulneración de sus derechos desde el inicio del proceso.