Sevilla también da la espalda a Almudena Grandes. El gobierno del PP repite el patrón de otros gobiernos conservadores de España y retira reconocimiento y memoria a la escritora madrileña fallecida en 2021. El premio literario del Ayuntamiento no será entregado en la gran cita literaria de la capital de Andalucía.

La Feria del Libro de Sevilla (FLS) se inauguró en 2022 con la entrega del flamante I Premio de Novela Almudena Grandes. Recayó en Marta Barrio, por su novela 'Leña menuda'. El premio estaba dotado con 10 mil euros y reconocía la mejor obra de narrativa social del curso anterior.

El galardón se integraba en la programación de la FLS, contando en el jurado con el alcalde de Sevilla, entonces el socialista Antonio Muñoz, el propio Luis García Montero y otros autores como Felipe Benítez Reyes o Sara Mesa. El premio nacía con intención de continuidad, pero el gobierno de José Luis Sanz (PP) ha dejado caer el nombre de Almudena Grandes, muy vinculado a la celebración de la FLS.

Consultado el Ayuntamiento acerca del futuro del premio por este medio no hay respuesta. Lo que parece claro es que se cancela la vinculación entre Almudena Grandes y la gran cita literaria de Sevilla, la FLS. Consultada la propia organización de la Feria, confirman a El Plural que se trataba de un premio organizado por el Ayuntamiento que se integraba en la programación; pero también revelan que no han tenido noticias de un premio que queda ninguneado.

Estrategia común en los focos de poder del PP

Silenciando el eco de Almudena Grandes el consistorio de Sevilla sigue la misma línea que el de Madrid. Recordemos que al fallecimiento de la autora hubo enfrentamientos políticos. El PP, Ciudadanos y Vox llegaron a vetar en el Pleno madrileño que la escritora fuera nombrada Hija Predilecta de Madrid, o que una biblioteca llevara su nombre.

Camino similar siguió la biblioteca de La Rioja, a la que el gobierno autonómico, también del PP, retiró el nombre de Almudena Grandes porque, según el consejero de Cultura, José Luis Pérez Pastor, “el mejor homenaje que se le puede hacer es leerla”.

Almudena Grandes revolucionó las letras hispánicas en 1989 con 'Las edades de Lulú'. Con su tercera novela, 'Malena es un nombre de tango', llegó su consagración.

'Atlas de geografía humana', 'El corazón helado' o 'Los besos en el pan' la proyectaron internacionalmente. Su revisión de los ‘Episodios Nacionales’ de Galdós a través de los 'Episodios de una Guerra Interminable' la confirmaron como una de las cronistas sociales de España y su historia reciente.

Republicana, feminista y comprometida con el desarrollo democrático y la lucha contra la desmemoria como principal cicatriz de la Guerra Civil, obtuvo el Premio Nacional de Narrativa 2018. Sin embargo, hoy su legado se rebate por la politización de su nombre.

La guerra cultural se asienta en Sevilla

La gestión cultural del alcalde José Luis Sanz (PP) está atrayendo muchas miradas. Desde el sector y desde los círculos culturales escrutan la FLS23. La cita reúne a 67 expositores y cuenta con el novelista español Fernando Aramburu, autor de la exitosa ‘Patria’, la periodista y escritora argentina Mariana Enriquez como platos fuertes. Además, habrá sendos homenajes al periodista y escritor Manuel Chaves Nogales y al poeta de la Generación del 27 Luis Cernuda, cuando se cumplen 60 años de su muerte.

La FLS tiene una peculiaridad, su organización parte de la alianza entre el Ayuntamiento y las entidades –editoriales y libreros– reunidos en torno a la Asociación de la Feria del Libro de Sevilla. Por ello, hay un presidente de la Asociación, otro de la FLS y este año, como novedad, el alcalde integra la figura de una dirección adicional: Jaime Maciá, que fuera director de comunicación de Tomares, la localidad que rigió anteriormente Sanz.

Desde el Ayuntamiento defienden que el presupuesto municipal para esta edición dobla al del año pasado. Desde la Asociación de la FLS explican que pocos cambios y alteraciones ha podido hacer el nuevo consistorio en aspectos de organización, “han llegado al partido en el minuto 85 y ya no se pueden modificar partidas presupuestarias”, detalla Rafael Rodríguez, presidente de la AFLS.

La relación del gobierno del PP con la cultura no está siendo fluida. El alcalde llegó a decir que los sevillanos se merecían “una Feria del Libro que no sea de tercera división”. Desde el sector recuerdan que la de Sevilla recibió un reconocimiento por parte del Ministerio de Cultura, la Medalla de la Ciudad, y “es la tercera feria de España en relevancia y en cifras”, nos detalla el director, Rafael Rodríguez.

Sector cultural en llamas

La gestión cultural de Sanz en los poco más de 100 días que lleva al mando de la capital de Andalucía consiste en apagar fuegos y recular. El ejemplo más claro fue la crisis del Festival de Cine Europeo de Sevilla. Sanz propuso retrasar el festival a la primavera. Habitualmente celebrado en noviembre, desde hace décadas el Festival es un clásico del otoño cultural, en 2022 atrajo a 75 mil asistentes.

Pero este año, la coincidencia con los Grammy Latino desaconsejaba su celebración, según dijo el alcalde. El revuelo y la indignación obligaron al alcalde a recular y desdecirse para programar una edición especial. El otro punto especialmente doloroso ha sido, primero el retraso de la programación del Teatro Lope de Vega y finalmente, el cierre por reformas del emblemático espacio escénico.

Otro aspecto que incumbe a la Junta de Andalucía es la posibilidad de trasladar en Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), ubicado en la Isla de la Cartuja, es un referente desde hace tres décadas que pasa por ser el museo más importante de su género del sur de España, al edificio de las Atarazanas, aún por reformar, en el centro de la ciudad.

Una de las primeras medidas de Sanz al llegar a la Plaza Nueva fue la eliminación de la figura de director general de Cultura, que pasó a integrarse en Deportes bajo el mando de la concejal Minerva Salas, joven política del PP que procede de una empresa de representación de futbolistas.

En los círculos culturales desconfían del modelo de gestión que denota el nuevo gobierno popular. El reflejo de la oferta cultural de Málaga, mediática y llena de grandes marcas y eventos de multinacionales hace temer a citas culturales sevillanas que emanan de la actividad que la propia ciudad genera.

La Feria del Libro es ejemplo de ello, con una gestión basada en las librerías locales, desde la organización recuerdan la importancia de que el evento mantenga una actividad social en las librerías de barrio. “No estamos en contra del impacto mediático y de los grandes eventos, una Feria del Libro necesita esa relevancia comercial, pero no puede estar de espaldas al día a día del sector”, nos cuenta el director de la Feria del Libro, Rafael Jurado.

Por lo pronto, la gran cita literaria de Sevilla queda huérfana de un premio literario que se entregue desde la ciudad, sigue faltando un evento de referencia literaria durante el resto de la temporada y faltan garantías de dotación presupuestaria a futuro, que son las que permitirían introducir a Sevilla en las agendas de los grandes autores internacionales.