El Gobierno andaluz tendrá que hacer no pocos equilibrismos para compatibilizar las posiciones reaccionarias de Vox en materia de libertad sexual y la tradición más liberal en la que, no sin contradicciones y tibiezas, se encuadran el PP actual y Ciudadanos.

La consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación de la Junta de Andalucía, Rocío Ruiz (Cs), muy comprometida con la defensa de los derechos del colectivo LGTBI, quiso dejar claro ayer, ante los micrófonos de la Cadena SER, que los colectivos LGTBI "seguirán recibiendo ayudas públicas".

Salía así Ruiz al paso de la polvareda levantada por el portavoz de Vox, Alejandro Hernández, quien calificó a dichos colectivos y asociaciones, sin hacer excepciones como “sectarios, frentistas y sin utilidad social”.

Las excepciones las hizo Ruiz en sus declaraciones radiofónicas aludiendo a que no tendrían ayudas grupos minoritarios, “a los que nadie conoce”, como los que atosigaron sin cesar a la comitiva de Ciudadanos en la manifestación del Orgullo Gay en Sevilla.

Sobre la supresión generalizada de ayudas a dichos colectivos insinuada por el portavoz ultra, la consejera dijo que eso era “una opinión del señor Alejandro Hernández”, porque el acuerdo presupuestario a tres firmado con el PP y Vox no especifica nada de eso.

Aunque Vox sí lo haya explicitado por su cuenta, el pacto, en efecto, no menciona a los colectivos LGTBI, sino que únicamente se compromete a impedir que “diferentes grupos de beneficiarios y agentes, sin aportar de manera objetiva y transparente un valor añadido real, persigan solamente su continuidad para poder seguir manteniendo el soporte financiero de sus actividades, sin que éstas sean realmente válidas e importantes para el objetivo final de la utilidad pública y social de la subvención".

La gatera abierta por Vox en ese punto del acuerdo permitiría, en principio, interpretaciones descaradamente subjetivas de cuáles actividades tienen utilidad social y cuáles no. No obstante, habrá que esperar a la concreción presupuestaria y normativa de la exigencia ultra para conocer cuál es su alcance real.