En el Hospital Regional de Málaga (antiguo Carlos Haya) se ha impuesto en este mes de noviembre una reducción de la actividad en horario de tarde. Una nueva realidad en la que los médicos que trabajan durante la mañana continúan su labor, ampliando con ello su jornada laboral desde las 15:00 hasta las 20:00 horas, realizando consultas, pruebas diagnósticas o tratamientos.

Por este incremento de cinco horas trabajadas, además de las siete horas ordinarias que ejerce al día un profesional, cada facultativo percibe una retribución de 225 euros, de los cuáles se tendrá que deducir los impuestos.

Esta reducción la adornan como una redistribución de recursos, pero si se consultan los datos que aportamos, se puede interpretar si es o no un recorte presupuestario si le mostramos el número de jornadas del horario de tarde que se dejan de ofrecer a los pacientes mensualmente. En el caso del resto de servicios, quirúrgicos generalmente, no se han visto afectados.

Es llamativa la pérdida de más de 300 jornadas de actividad de tarde en un mes, con las listas de espera que hay, pero al llevar a cabo esta medida está claro que el ahorro económico anual es de más de 800.000 euros al año.

Las consecuencias para los profesionales son relativas: los facultativos a los que una pérdida retributiva de entre 150 y 300 euros netos al mes a cambio de una, dos o tres tardes libres que les deja la posibilidad de disfrutar de su tiempo en otra actividad o dedicarlas a trabajar en la medicina privada (con unas tardes mejor pagadas), no les hará mucha mella económica.

Pero esto va a provocar en los médicos una desafección por el hospital y por su trabajo. Y eso, cuando sucede, es irrecuperable.

En cambio, las consecuencias para los pacientes no van a ser relativas. Por poner un ejemplo, si un paciente es derivado de su médico de cabecera a una consulta del hospital con una sospecha de cáncer, tardará más la cita porque la consulta de tarde ha cerrado, y se demorará más la prueba de radiología porque se ha suprimido la actividad de tarde, tardarán más en estudiar la biopsia porque anatomía patológica redujo la actividad de tarde, tardará más en ser diagnosticado de cáncer y, por tanto, tardará más en ser operado, aunque los quirófanos sí mantienen la actividad por las tardes. Cuando operen al paciente, esperemos que ya no sea tarde.

Infradotación económica del Hospital Regional

El motivo de esta situación es claramente la infradotación económica del Hospital Regional de Málaga, que carece de los más de 800.000 euros que pretende ahorrar.

Los actuales directivos de este centro hospitalario accedieron a sus cargos cuando ya estaban cerrados los presupuestos, pero si los gerentes del SAS no dotan económicamente de forma adecuada al Hospital Regional, continuaremos con unas listas de espera indecorosas que sufrirá la población malagueña innecesariamente.

A este sindicato le sorprende el artículo del diario Málaga Hoy publicado este miércoles 8 de noviembre: Salud sostiene que el Regional sólo elimina las horas extra de tarde “que no son necesarias”.

¿No se han dado cuenta en el SAS que en los diez meses anteriores las más de trescientas tardes que se suprimen al mes “no eran necesarias”? Si así fuera, en ese tiempo, se habrían dilapidado más de medio millón de euros en horas “innecesarias”.

Cabe recordar que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha aprobado recientemente una inversión de más de 750 millones de euros para aliviar las listas de espera en los hospitales de la comunidad autónoma a través de la sanidad privada, aunque ya de por sí la misma administración regional genera dichas listas de espera de forma continua por no invertir lo suficiente en el sistema público sanitario, ni estimular a los trabajadores ni cubrir las plazas necesarias.