Según se desprende de los datos del último barómetro de la Fundación Centro de Estudios Andaluces (CENTRA), el PP-A volvería a ganar con mayoría absoluta las elecciones autonómicas en Andalucía, con una ventaja de 14,7 puntos sobre el grupo socialista. Sin embargo, desde el PSOE de Juan Espadas señalan que tras esta estimación, se esconden una serie de datos que cambiarían el panorama en detrimento del equipo de Juan Manuel Moreno Bonilla. 

Lo primero: la subida en estimación de voto del PSOE-A respecto a los populares en los últimos tres meses. Según han señalado en un comunicado dirigido a los medios, los socialistas de Andalucía pasan de tener un porcentaje de voto del 21,2% en marzo, al 23,5% en junio, hasta, finalmente, el 27,1% en septiembre. Por lo tanto, mientras que el PSOE-A experimenta así una subida de tres puntos desde junio, el Partido Popular pierde 1,3 puntos. Un incremento que los de Espadas también han registrado en número de escaños, pasando de 4 en marzo a 6 en septiembre. Por su parte, la intención directa de voto del PSOE también sigue al alza, pasando de un 13,4% en marzo a un 20% en junio, y en septiembre, alcanzando el 21%. 

La mayoría absoluta, en la cuerda floja

Pese a que desde el PP-A hayan celebrado las conclusiones del último barómetro andaluz, lo cierto es que la mayoría absoluta que supuestamente obtendrían los populares está cada vez más en riesgo. Mientras que el secretario general del PP-A, Antonio Repullo, ha defendido que los resultados de la encuesta confirman “que los andaluces confían en Juanma Moreno” como presidente de la Junta y que “el PSOE es un proyecto agotado en Andalucía”, la subida de parlamentarios socialistas complica esta mayoría absoluta. 

En este sentido, según señalan fuentes del PSOE, el PP-A ha pasado de tener de 58 a 61 parlamentarios en marzo, a estar entre 56 a 58 en septiembre. Unas cifras cada vez más cercanas al mínimo necesario para formar mayoría absoluta, 55. 

Diferencias entre la valoración de los líderes

Entre otras cosas, otros datos que ponen en entredicho la victoria del PP-A según el último barómetro son los referentes a la valoración de ambos líderes. Por una parte, la relativa a Moreno Bonilla sigue su línea descendente que inició en diciembre de 2023, donde alcanzó una valoración media de 6,34. A partir de ese momento, ha ido cuesta abajo y sin frenos, con un 5,76 en junio y un 5,45 en septiembre

Por su parte, la valoración media de Juan Espadas sigue la tendencia opuesta. Así pues, mientras que entre diciembre de 2023 y junio de 2024 había experimentado una bajada, en este último barómetro, ha conseguido pasar del 68,6% en junio a un 77% en septiembre en conocimiento y de un 4,02 a un 4,12 en valoración media. 

Aumenta la preocupación por la sanidad

Al margen de la estimación de voto y la valoración de los líderes de la autonomía, la encuesta del último barómetro refleja también un aumento de la preocupación por la sanidad gestionada por el PP-A. Así, este malestar de los andaluces y andaluzas ha incrementado del 9,6% de marzo, al 11,9% en junio, hasta el 13,6% en la actualidad, es decir, 4 puntos más que en marzo. 

Por su parte, ha aumentado la diferencia entre los que consideran que la situación política en la autonomía es mala o muy mala (46,6%) y aquellos que la consideran como buena o muy buena (33,8%), esto es, 12,8 puntos de diferencia

Algo similar a lo que ocurre con la preocupación sobre la situación de la economía en Andalucía. En este sentido, ha descendido de manera notable el porcentaje de los que consideran que irá mejor o mucho mejor (28,5%) y los que consideran que irá peor o mucho peor (44,9%).

“Satisfacciones ninguna”

Precisamente sobre esto se ha pronunciado este lunes el secretario general del PSOE en Andalucía, Juan Espadas, quien ha sostenido que por estos datos “satisfacciones ninguna”. 

“Cada vez que el señor Moreno Bonilla saca pecho por una encuesta, nos va a todos peor con la sanidad pública, la dependencia o políticas como la vivienda”. Y ha añadido, refiriéndose a Moreno Bonilla, que “no debería nadie sentirse satisfecho con datos que no reflejen la gravedad de los problemas de los que estamos hablando”.