Juanma Moreno hace tiempo que dejó de moverse con tranquilidad por Andalucía. El malestar, que llevaba años acumulándose por sus políticas de externalización y privatización encubierta, ha estallado definitivamente tras el caos de los cribados y las mamografías de cáncer de mama. Esa molestia soterrada, que durante mucho tiempo apenas asomaba en público, emerge ahora con fuerza en cada acto institucional al que acude el presidente. Y lo más llamativo es que las protestas empiezan a sucederse incluso en Málaga, su provincia y uno de los pilares electorales del PP andaluz.

Si en Marbella ya tuvo que abrirse paso entre reproches durante la inauguración de un nuevo centro de salud, este viernes la escena se repitió en la capital malagueña, otro feudo de la derecha. A su llegada al Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria, donde acudía para inaugurar el nuevo Hospital de Día Oncohematológico, fue recibido con un coro de gritos inequívocos: «¡Moreno, dimisión!».

Decenas de personas se concentraron a las puertas del centro para denunciar los retrasos en la puesta en marcha del servicio, que - según pacientes y profesionales - lleva meses terminado pero sin uso debido a trámites pendientes y desajustes organizativos. También aprovecharon para cargar contra el deterioro general de la sanidad pública andaluza y la «saturación crónica» que sufren hospitales y centros de salud en Málaga.

Un malestar que ya no se disimula

Los abucheos llegan apenas unos días después del episodio de Marbella, donde sanitarios y vecinos reclamaron más personal, reducción de las listas de espera y medidas urgentes para rescatar una atención primaria que consideran al borde del colapso. Los sindicatos llevan semanas advirtiendo de un “desgaste creciente” en la imagen pública de la gestión sanitaria del Gobierno andaluz. Denuncian escasez de personal especializado, demoras crecientes en consultas hospitalarias y la utilización de espacios provisionales para pacientes delicados, incluidos enfermos oncológicos.

Una inauguración envuelta en polémica

La Junta presume de que la ampliación del Clínico supone un avance “histórico” y que Andalucía atraviesa “la mayor inversión sanitaria de su historia”. Pero la inauguración del Hospital de Día no ha estado precisamente libre de controversia. Colectivos de pacientes y profesionales aseguran que el edificio llevaba meses completamente concluido mientras quienes necesitaban tratamientos oncohematológicos eran atendidos en áreas saturadas o espacios improvisados, una situación que califican de “inaceptable”.

El PSOE andaluz ha vuelto a cargar contra el Ejecutivo de Moreno Bonilla, al que acusa de “desmantelar la sanidad pública mientras se hace fotos cortando cintas”. Los socialistas insisten en que la infraestructura estaba lista desde hace tiempo y que, mientras tanto, muchos pacientes oncológicos recibían su medicación “en pasillos y salas improvisadas”. A su juicio, la inauguración de hoy “no disimula el retroceso de la sanidad pública”.

El clima de tensión vivido a las puertas del Clínico evidencia que la sanidad continúa siendo el principal punto de desgaste político para la Junta y un escenario donde el enfado ciudadano gana volumen en cada aparición pública del presidente.

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