¿Se puede honrar la bandera de Andalucía sin mencionar al joven andaluz asesinado de un disparo policial por intentar izarla en un edificio público? ¿Se puede declarar el 4 de diciembre Día de la Bandera con una declaración institucional que en la que el Gobierno autonómico dice enorgullecerse de "las manifestaciones celebradas el 4 de diciembre de 1977 como expresión de la voluntad del pueblo andaluz de acceder a las máximas cotas de autonomía", pero al mismo tiempo escamotea la memoria de aquel crimen cuyo autor nunca fue identificado? Se puede.

Preguntado por este olvido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, el consejero de Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, ha intentado explicarlo: "Todos somos conscientes de lo que ocurrió aquel 4 de diciembre en Málaga y su manifestación. Siempre hemos tenido en cuenta y tenemos muy presente aquel hecho, un acontecimiento trágico, pero la conmemoración en este caso del 4 de diciembre se refiere a la bandera de Andalucía, símbolo que nos une y fortalece cada día nuestra vida en común, y es lo que vamos a recordar ese día, en el que homenajeamos a aquellos andaluces que lucharon por una Andalucía de primera". 

El decreto por el que se declara oficialmente el 4 de diciembre como Día de la Bandera de Andalucía, que seguirá siendo jornada laborable, compromete al Ejecutivo a "impulsar iniciativas educativas, sociales e institucionales que contribuyan a garantizar la máxima difusión de los valores y significados que encarna dicho emblema".

Considera el Gobierno de Juan Manuel Moreno (PP) que de esta forma, se conmemorará la movilización popular de aquel día, cuando "más de dos millones de andaluces dejaron al margen cuestiones ideológicas y partidistas y llenaron las calles de las ocho provincias andaluzas reivindicando la consecución de una autonomía plena para la comunidad autónoma".

Decir que se "dejaron al margen cuestiones ideológicas y partidistas" parece mucho decir. En realidad, la derecha andaluza se oponía ferozmente entonces a la autonomía y lo seguiría haciendo durante los años siguientes. Tras el referéndum del 28 de Febrero de 1981, en el que pidió a los andaluces que no fueran a votar porque aquel no "no era su referéndum", y la aprobación del Estatuto de Autonomía al año siguiente, el bloque conservador se iría acomodando a regañadientes a la nueva situación institucional.

El presidente de la Junta ha escrito en su cuenta de Twitter que el 4D "fue un hito histórico" y ha defendido "un andalucismo inclusivo y transversal". Su consejero de Presndiencia y mano derecha redondeaba los méritos de Moreno proclamando que ha logrado "construir un andalucismo moderno capaz de generar una Andalucía líder".

Para la formación andalucista 'Andaluces Levantaos' es buena noticia que la Junta oficialice "la fecha más importante del sentir andalucista", pero ha lanzado esta alerta: "Precisamente en aras a esa importancia estamos obligados a velar por que se mantenga el carácter reivindicativo de esa jornada sin que sufra un adelgazamiento, una banalización, una alteración en su esencia o una manipulación electoralista".