Si los resultados este domingo en las elecciones andaluzas certifican el escenario que dibujan las seis encuestas publicadas ayer y hoy -último día en que se pueden legalmente realizar- la decepción en la noche electoral en el cuartel regional y nacional de Ciudadanos será tremenda.  

Un sabor agridulce, un ascenso importante pero no demoledor serían las sensaciones que se vivirían tras abrir las urnas. Y es que a lo largo de esta campaña en Ciudadanos se ha interiorizado que la formación naranja será la segunda fuerza política y que superará al PP. Ese sorpasso, para muchos creíble y posible, es el gran reto que la mayoría de los dirigentes nacionales y regionales naranjas ven al alcance de la mano. Este objetivo se ha impuesto como paso previo para ser alternativa al PSOE en el panorama nacional. Sin descartar que ello pudiera producirse, pues quedan cinco días de campaña que van a ser decisivos para este objetivo de liderar la derecha en Andalucía, los nervios en Ciudadanos ya han salido a flor de piel por las últimas encuestas que ponen difícil de cumplir ese escenario.

A partir de hoy esa tensión anida aún más en Ciudadanos Andalucía y se van a ver expresados en durísimos ataques al PP que, aunque podría darse un batacazo enorme, se resiste, según estas encuestas, a dejar el segundo puesto de la pool position andaluza a los naranjas. Las encuestas de ahora, si se plasman en datos definitivos situarían a Ciudadanos como mero apéndice del PP y segunda fuerza del tridente derechista. Sí, tridente derechista, y es que VOX podría entrar en el Parlamento andaluz en una horquilla que va de 1 a 4 escaños. Y sí no entrara es fácil deducir que a nivel nacional ya se está configurando como una fuerza de extrema derecha competidora en votos en los caladeros de la derecha. 

Nervios: Entre perros, ratas, vacas, notarios y puticlubs 

Las encuestas de ayer y hoy  más los 'tracking poll' de Ciudadanos (una encuesta diaria de campo de acción reducido y muy concreto) confirman lo que no quieren ver ni en pintura: serían tercera o cuarta fuerza política. Sería un fracaso maquillado por una paradójica subida en escaños. Cuando se parte de nueve escaños es fácil subir. Hoy comprobaremos las reacciones. La descarada e inventada fake new de Juan Marín asegurando que el candidato del PP, Juan Manuel Moreno Bonilla, había aceptado ser vicepresidente de la Junta con él como presidente, es solo una muestra. La campaña se va a endurecer a partir de ahora entre un PP desesperado por el batacazo que le amenaza y al que quieren darle la vuelta y una formación naranja que no se visualizaría como alternativa de gobierno a Sánchez. Ayer Moreno Bonilla dio un botón de muestra del enfrentamiento que se espera entra ambas formaciones al llamar “perro” a Juan Marín: “Marín ha pasado de ser perro de compañía de Díaz a perro de presa”. Entre perros, ratas, vacas, notarios y puticlubs… nivelazo de campaña de las derechas. 

El problema es que Ciudadanos siempre planteó estas elecciones en clave nacional. La presencia inmensa de todos los dirigentes nacionales y en especial de Arrimadas Y Rivera en actos, mítines, encuentros, hoteles, carpas, paseos por la calle, etc… confirman esta estrategia. Una campaña que está rayando con el ridículo y el patetismo al parecer en ocasiones que la candidata era Arrimadas (en la radio y desde Barcelona ha intervenido en debates con candidatos andaluces) mientras se tapaba al presidenciable Juan Marín enfrascado en provocar que el President Torra le denunciara en el juzgado.  

Precampaña de las generales

Ciudadanos quiere salir de estas elecciones como la alternativa en España a Pedro Sánchez. Pretende y busca con obsesión casi enfermiza hablar de Cataluña, del Brexit, de los amigos podemitas, de Venezuela y de los “indultos”. Interesa el debate nacional y dejar en segundo plano lo regional porque estos comicios son para Rivera las primarias para intentar asaltar la Moncloa en breve y siendo la tercera o cuarta fuerza política en Andalucía y teniendo por encima a un PP que pierde pero que ni por esas le supera, significará un mal comienzo en clave de preámbulo de campaña nacional. Si Ciudadanos en Andalucía no consigue superar a un Partido Popular -con un líder débil en horas bajísimas como lo es Moreno Bonilla y un Casado también en campaña andaluza montado en el autobús del derechismo-  si eso no se hace realidad este domingo por la noche, de poco le servirá salir luego ante la prensa decir que han subido ocho, nueve o diez diputados. Habrán fracasado en sus objetivos porque se habrán convertido en un apéndice de la derecha, un bastón auxiliar del PP y el segundo miembro de las tres derechas españolas con VOX de compañero molesto en ese tridente conservador.  

“¡Es Andalucía, estúpido!" 

En este escenario angustioso el debate de hoy en la 1 va a ser a “cara de perro” entre Ciudadanos y PP. Los nervios cunden en C,s porque no logra el sorpasso a los populares y eso hacen prever “sorpresas” y golpes de efecto contundentes en el debate de esta noche entre ambas formaciones. Habrá que estar atento. Más folios como el mostrado –en blanco- por Marín a Moreno puedes salir… pero también algún golpe bajo y potente al hígado del líder del PP al de Ciudadanos. El ring está servido.

Todo esto pasa cuando se hacen campañas a lo nacional tratándose de elecciones autonómicas. Ocurre cuando solo se ven banderas de España en sus actos y se minimiza las blanquiverdes. “¡Es la economía, estúpido!", la mítica frase de Bill Clinton que en 1992 lo catapultó hasta el Despacho Oval de la Casa Blanca, tras descolocar con esta expresión en un debate televisivo a su contrincante republicano, George Bush, padre, que huía de hablar de lo que importaba a la gente y se enfrascaba en la política exterior como el fin de la Guerra Fría o la Guerra del Golfo Pérsico, esa frase podría adaptarse ahora y dirigirla a quienes diseñaron y autorizaron este modelo de campaña en Ciudadanos: “¡Es Andalucía, estúpido!".