Veinticuatro horas después de saltar la noticia, todo el mundo está alarmado... salvo, al parecer, la propia Universidad de Sevilla, que en principio debería ser la más alarmada por seguir teniendo en su cuadro de docentes a un profesor que acosaba sexualmente a sus compañeras.

Como se sabe, ayer trascendió que el Juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla ha condenado al catedrático Santiago Romero a siete años de prisión por tres delitos de abusos sexuales y uno de lesiones cometidos sobre dos profesoras y una becaria. La sentencia no es firme y será recurrida ante la Audiencia de Sevilla.

Este es el texto íntegro del escueto pero poco esclarecedor comunicado difundido este martes por la institución académica:

“La Universidad de Sevilla ha conocido con estupor, por los medios de comunicación, el contenido de la supuesta sentencia dictada por el juzgado de lo Penal número 2 de Sevilla contra el catedrático Santiago Romero, toda vez que la instrucción fue iniciada a instancia de la propia Universidad. Ante esta situación, la US ha elevado una reclamación urgente para que con inmediatez la sentencia, de ser cierta, sea notificada a la institución dada la alarma social que ha provocado tras ser difundida por los medios de comunicación antes de que la US, aun siendo parte implicada, la haya recibido. En previsión de la posible recepción de la sentencia, la US ha activado toda la maquinaria normativa para poder tomar las decisiones correspondientes con la mayor celeridad”.

De momento, nada

Pese a interpretaciones periodísticas en sentido contrario, de las últimas líneas del comunicado no se desprende que la Universidad vaya a abrir un expediente administrativo para expulsar al profesor condenado. Un portavoz oficial de la Universidad aclaró a EL PLURAL.COM que “una vez que tengamos la notificación de la sentencia, los servicios jurídicos la estudiarán y se tomarán las decisiones que corresponda, pero en este momento no es exacto decir que la US ha abierto expediente, en absoluto”. Sin embargo, otras fuentes universitarias, no oficiales pero conocedoras del caso, aseguraron a este periódico que el propósito del Rectorado es abrir “cuanto antes” dicho expediente.

No obstante, el propio rector, Miguel Ángel Castro, también se ha mostrado extremadamente cauto cuando ha sido preguntado por el escándalo. De hecho, no ha aclarado qué hará la Universidad. Antes del comienzo de un Claustro celebrado este martes y cuestionado por si le preocupa la repercusión social del tema, Castro ha dicho que se preocupa "cada minuto del día" por la institución. El rector –informa Europa Press– ha leído ante el Claustro un comunicado tras el cual ha reiterado en que la US ha solicitado la sentencia y en que en el momento en que la tenga actuará "consecuentemente".

El amparo a las víctimas

La Universidad de Sevilla solo empezó a dar amparo real a las víctimas, y así lo han reconocido ellas mismas, cuando en marzo de 2012 llegó al Rectorado Antonio Ramírez de Arellano, hoy consejero de Economía y Conocimiento. Precisamente uno de los problemas que encontraron las profesoras víctimas de abusos fue el clima fuertemente corporativista que reinaba en el departamento de Santiago Romero, con quien se alinearon la mayoría de sus compañeros.

En contraste con su antecesor, el rector Arellano sí tomó precauciones para amparar a las tres docentes, una de las cuales sigue padeciendo secuelas psicológicas. Arellano citó a las afectadas y desplegó una serie de medidas de protección, entre ellas la división del propio departamento para que víctimas y verdugo no coincidieran en los mismos horarios y espacios de trabajo. 

Díaz exige contundencia

La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha confiado en que la institución universitaria actúe con "firmeza" para se pongan "todas las medidas para que ese señor no vuelva a estar en un aula nunca más". En declaraciones a los periodistas en Sevilla, Díaz ha censurado este "rostro del machismo, del acoso y de la desigualdad real que todavía existe" al pensar "algunos que las mujeres son propiedad de ellos".

Díaz ha dicho que desconoce cuáles son las medidas puestas en marcha por la Universidad, pero ha recalcado que cree que "ante la violencia de cualquier índole contra la mujer tenemos que ser fuertes, contundentes y no tener ningún tipo de tibieza".

Preguntado por el caso, el portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Vázquez, felicitó a la justicia “por la contundencia en la sentencia”, y añadió: “He leído que la Universidad propone la expulsión, y esa es la decisión correcta”.

Podemos pide actuar ya

Mientras, Podemos Andalucía ha exigido a la Universidad de Sevilla que aparte "definitivamente" de su puesto al catedrático. En rueda de prensa, la parlamentaria de la formación morada Mercedes Barranco ha manifestado que es "intolerable" que Romero siga ejerciendo sus funciones en la universidad pública "tras ser condenado a siete años de cárcel" por los referidos hechos. Para Barranco se trata de actos "gravísimos" y "no podemos seguir permitiendo que ocurran en pleno siglo XXI".