Parafraseando al asesor presidencial norteamericano que recomendaba centrar la campaña electoral en la idea ‘¡es la economía, estúpido!', el nuevo Gobierno andaluz parece haberse dicho ‘¡es la sanidad, estúpido!’ antes de lanzarse a la impugnación total de la gestión sanitaria de los gobiernos socialistas. Así ha sido de nuevo este jueves en el Parlamento.

Formalmente se trataba de una sesión de control al presidente, pero materialmente acabó siendo una sesión de marcaje a la oposición, un hecho que por lo demás tampoco es nuevo cuando hay cambio de gobierno.

¡Todos a por la joya!

Tanto el portavoz de Ciudadanos, Sergio Romero, como el del PP, José Antonio Nieto, y el propio presidente Juanma Moreno dedicaron sus argumentos más enérgicos y reiterados a descalificar el trato dado por los socialistas a ‘la joya de corona’ de la administración andaluza, con continuas alusiones a haber “escondido medio millón de pacientes de las listas de espera”.

De hecho, diferentes cargos centrales y periféricos del Gobierno andaluz llevan toda la semana difundiendo incesantemente en notas, declaraciones y ruedas de prensa datos debidamente provincializados el supuesto engaño masivo de sus antecesores.

Preguntar y contestar. O no

Romero, Nieto y Moreno repitieron tantas veces el mantra de ‘las-listas-de-espera-falseadas-por-el-PSOE‘ que de poco sirvió esta apelación de la expresidenta de la Junta, Susana Díaz, a su sucesor: “Dígame una sola comunidad en España que contabilice las listas como dice su consejero de Salud que hay que contabilizarlas”.

Como tantas veces hacía Díaz cuando le formulaban preguntas incómodas, Moreno no contestó a la de su adversaria. Y es una pregunta importante que los propios socialistas deberían afanarse en contestar, estadísticas ministeriales en mano, porque les va mucho en ello.

Mientras tanto, parece que pasará algún tiempo antes de que los ciudadanos andaluces sepan con certeza quién miente en la controversia de las listas sanitarias.

Un anuncio y dos quejas

En todo caso y siguiendo las prácticas parlamentarias de su antecesora, fue el presidente quien dejó el titular de la sesión al anunciar que, a partir de ahora, no habrá contratos por días o incluso por horas en el Servicio Andaluz de Salud: Moreno prometió que los futuros contratos serán por un mínimo de seis meses y se beneficiarán de ellos 5.700 eventuales, el 75 por ciento de los cuales serán mujeres. 

Por lo demás, la sesión arrancó con una protesta de Vox y terminó con otra del PSOE. El partido ultra abandonó el Pleno para mostrar su protesta por el "rechazo a las decisiones que viene adoptando la Mesa de la Cámara al bloquear una gran parte” de sus iniciativas amparándose en una interpretación arbitraria y restrictiva del Reglamento", cuya reforma en profundidad exigen.

La protesta socialista fue porque entendió el grupo, por boca de su portavoz Mario Jiménez, que el popular José Antonio Nieto había faltado al respeto a un diputado socialista y este tenía derecho a replicarle. La presidenta Marta Bosquet desestimó la petición.