La pugna política de la Junta de Andalucía con el Gobierno de España no cesa. La tregua no explicitada que el Ejecutivo autonómico mantuvo en los primeros días de la crisis del coronavirus se ha ido deteriorando progresivamente.

Tal vez porque la beligerancia es unidireccional, dado que todos los ataques están procediendo del palacio de San Telmo, y el Gobierno de España parece rehuir toda disputa con las autonomías, ni desde La Moncloa ni desde su Delegación en Andalucía está habiendo respuesta directa a las acusaciones de la Junta.

¿Hay alguien ahí?

¿Por qué no se defiende el Gobierno central de tales ataques? ¿Por razones meramente tácticas o porque en realidad no tiene defensa y los reproches de Andalucía están más que justificados? 

Es llamativo, en todo caso, que la crítica más recurrente y de mayor calado de los últimos días –que a Andalucía “no ha llegado ni un euro” de los 100 millones que Madrid dijo que le iba a transferir– no haya sido respondida por el Gobierno de Pedro Sánchez.

Tampoco la ha tenido la lanzada ayer por el portavoz y consejero de Presidencia, Elías Bendodo, que lamentó no poder iniciar “hoy mismo” la fabricación del respirador diseñado por expertos de la Universidad de Málaga porque la Agencia Nacional del Medicamento, dependiente del Gobierno central, no ha dado el último permiso que falta.

Las "trabas" del Gobierno

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno de ayer, Bendodo insinuó que Madrid está “poniendo trabas” a la “estrategia de anticipación” de la Junta de Andalucía.

El discurso público del Gobierno andaluz sobre su respuesta al coronavirus está, en efecto, nucleado en torno a la idea-fuerza de ‘anticipación’, lo que a su vez explicaría la ventaja andaluza con respecto a otras comunidades autónomas que, al no haber sabido sus gobiernos adelantarse a la jugada como lo ha hecho el de Juanma Moreno, están sufriendo tasas mucho más elevadas de contagios y fallecimientos.

Bendodo se extendió en el tramo de su comparecencia relacionado con los respirados, bautizados inicialmente por la Junta como ‘Málaga respira’ y más tarde como ‘Andalucía respira’. “Solo hace falta el último papel, por favor [Gobierno de España], agilice cuanto antes el último permiso que nos falta de la Agencia del Medicamento; es un mero trámite burocrático”, enfatizó el portavoz.

El origen del respirador

El respirador ha sido diseñado y desarrollado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga, profesores de ingeniería de la Universidad de Málaga y médicos de los hospitales universitarios Regional de Málaga y Virgen de la Victoria, con quienes ha colaborado una empresa del Parque Tecnológico de Andalucía, con sede en Málaga. 

Días atrás, la web oficial de la Junta, que gestiona la Consejería de Presidencia, titulaba así la información sobre el respirador: "Salud y Familias diseña un prototipo de respirador para reforzar la asistencia sanitaria por COVID-19". Sin embargo, el comunicado oficial de la Universidad de Málaga (UMA), publicado en su web, no incluía mención alguna a la supuesta participación de la Consejeria de Salud y Familias.