El Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Junta, ya venía haciendo sondeos pero no de carácter político, sino sobre temas sociales, culturales, identitarios o económicos. La última encuesta de la Realidad Social de Andalucía llevada a cabo por el Centra fue sobre la percepción de los andaluces ante el medio rural y la agricultura.

El nuevo Gobierno andaluz quiere ir más allá, según anunció ayer en Málaga el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, quien dijo que el Centra creará su propio Barómetro Andaluz, donde preguntará los encuestados sobre la acción del Gobierno o de la oposición, aunque no aclaró si las encuestas incluirán estimación de voto.

Se sobreentiende que sí, ya que, preguntado sobre si las encuestas tendrán cocina, Bendodo dejó claro que “por supuesto”, dado que sin el tratamiento de los datos solo sería posible conocer la intención directa de voto, poco fiable para determinar lo que harán realmente los electores.

La idea de Bendodo es que el Centra realice estudios trimestrales para testar la realidad social, empresarial o política andaluza, en la línea del catalán Centre d'Estudis d'Opinió o del Euskobarómetro vasco.

El Egopa no lo pagaba la Junta

La iniciativa del Gobierno de Juanma Moreno, cuyo presupuesto y demás detalles –como quién sería su director y si dependería del Gobierno o del Parlamento– están aún por fijar, vendría a llenar el vacío dejado por el Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (Cadpea), dependiente de la Universidad de Granada, que en octubre pasado anunció que dejaba de elaborar el prestigioso Estudio General de Opinión Pública de Andalucía (Egopa) por falta de apoyos económicos.

“El Egopa ha muerto”, dijo entonces su directora Carmen Ortega, que también recordó que el sondeo semestral “nunca fue financiado por la Junta”, en contra de lo afirmado ayer por Bendodo, que culpó al Gobierno andaluz de que el Capdea hubiera dejado de hacer sondeos.

El Egopa fue financiado por CajaGranada entre 2002 y 2011 y después lo hizo con fondos del propio grupo de investigación de la Universidad de Granada. Cada una de las oleadas semestrales –aunque al final se quedaron en una sola al año– tenía un coste de unos 25.000 euros.