Una de las sorpresas arrojadas por el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), conocido este viernes, es el contraste entre el 29 por ciento de apoyo electoral que el instituto público otorga al PSOE si hoy hubiera elecciones generales y el 28 por ciento realmente alcanzado hace solo un mes por los socialistas en las elecciones andaluzas.

Ya fuera en autonómicas o en generales, históricamente la ventaja del PSOE-A sobre el PSOE federal se ha situado en torno a una media de ocho puntos, con oscilaciones que iban desde los seis puntos de 2008 a los 13 del año 2015.

En las elecciones generales de 2016, el PSOE obtuvo en España un 22,6 por ciento de los votos, mientras que en Andalucía llegó al 31,2, ocho puntos y medio que se han evaporado en esta encuesta.

Al sentido común no le resulta fácil explicar cómo ha podido producirse un vuelco histórico en la tendencia del voto socialista. Aunque fue el partido más votado, los resultados electorales del 2 de diciembre certifican que el PSOE ha caído fuertemente en Andalucía: lo sorprendente es que, según el CIS, esa caída no solo no se produce en el resto de España, sino que al norte de Despeñaperros se habría invertido la tendencia socialista a la baja que viene registrándose en el sur.

Otro dato sorprendente de la encuesta es que atribuye al ultraderechista Vox un 3,7 por ciento, muy por debajo del 11 por ciento que logró hace un mes den las autonómicas andaluzas.

Ell CIS de diciembre vuelve a situar al PSOE en primer lugar, con una intención de voto del 28,9% y una ventaja de 9,8, puntos sobre el PP, que repite en la segunda plaza con el 19,1% de apoyo, el mismo porcentaje que en noviembre.

Tras el 28,9% que suman los socialistas, figuran los populares, con un 19,1%, Ciudadanos, con el 17,9%, se mantiene en el tercer lugar, y la alianza de Podemos y sus confluencias, en la cuarta plaza, con el 14,9%. Los morados caen 3,1 puntos respecto a noviembre, cuando sumaron el respaldo del 18% de los encuestados.