Cada vez que Trump sale de viaje de sus país, me echo a temblar como quien no sabe qué pasará con las cosas de España y sus partes pudendas, hablando en lenguaje inclusivo y con permiso de Pérez Reverte. Primero, aprovechó un encuentro fortuito con el nuevo Presidente de España para reclamarle que compremos un 4% más de material bélico a su país para encargarnos de nuestra propia defensa y luego aprovechó también el tiempo para exonerar a Putin de cualquier responsabilidad en las elecciones USA que le otorgaron (a Trump) la victoria para luego avisar de que los altos cargos de su administración habían metido la pata y a continuación desdecirse de esa culpa y decir que él no se supo explicar al respecto.

Otro tanto ocurrió con Juana Rivas a quien un tribunal ha vuelto a juzgar por secuestrar a sus dos vástagos y así sustraerlos a la influencia de su consorte, padre y supuesto maltratador, dados los consejos de sus asesores fiscales. Y otro tanto más vino a suceder con los restos mortales del general Queipo de Llano, que yacen en la cripta mortuoria de la basílica de la Macarena de Sevilla  y sobre quien recae el peso de la Ley de la Memoria Histórica de ser desenterrado por haber sido el responsable de ordenar la ejecución sumarísima de un gran número de las ejecuciones (dale CAFÉ, “Camarada, Arriba la Falange Española”) habidas en los primeros meses de la Guerra Civil en Andalucía y entre ellas la de Federico García Lorca, sobre quien se viene exigiendo y debatiendo en el reciente aniversario del 18 de julio, día del Levantamiento Militar de 1936.

Y nada extraño sería aprobar y conseguir promulgar alguna Ley de Memoria Histórica Internacional al respecto que ordenara separar el lugar de enterramiento de los verdugos y sus víctimas en virtud de la amistad internacional ruso-norteamericana o ruso-europea como la que guarde memoria del asesinato de quienes murieron recientemente envenenados en Gran Bretaña a manos de los sicarios de Vladimir Putin.

Para eso estaría la acción internacional tendente promulgar la legislación memorialística que trate de solucionar la memoria negativa del segundo miembro de cada pareja (ruso / norteamericana  y ruso / europea). 

Y el viernes 20 de julio de 2018 hemos conmemorado el 72 aniversario de los comienzos de esa represión pronazi y de su correspondiente resistencia y todavía no hemos resuelto la verdadera cuestión: saber quiénes son los deudos y quiénes los deudores en el pasado y en el presente.