La edición de 2015 del Festival de Cine Europeo de Sevilla no ha decepcionado. En el terreno de las evidencias, una de ellas es que la organización ha funcionado mejor que nunca, y que la cantidad de directores que han pisado la capital hispalense para compartir sus películas directamente con los espectadores ha sido altísima. Forma parte de la opinión de cada uno determinar si el nivel del cine visto en el certamen ha sido convincente, aunque parece poco discutible que ha sido alto, más allá de que la antológica Sección Oficial de 2014 sea inigualable. En cuanto a la asistencia de público, entre los habituales se ha comentado que el número de butacas vacías era mayor respecto a la edición anterior, aunque será cosa del propio festival el aportar los datos una vez disponga de ellos. El otro elemento siempre discutible es el amplio palmarés, que ha contado con las deliberaciones de varios jurados, aunque al que se presta especial atención es al de la Sección Oficial, en el que se encontraban el director argentino Santiago Mitre (‘El estudiante’) o la actriz Ingrid García Jonsson (‘Hermosa juventud’). En cualquier caso, como el propio director del festival José Luis Cienfuegos afirmaba en alguna de las entrevistas concedidas en estos días, “el prestigio de un festival no puede estar determinado por lo acertado de su palmarés”. Así que lo mejor para resumir lo visto en el SEFF 2015 será acercarse a los títulos premiados pero también a algunos de los que han dejado huella pese a que se hayan ido de vacío. DE MUSAS Y CUENTOS A la duodécima, llegó la vencida. Por primera vez, una película de producción española se ha hecho con el Giraldillo de Oro. El honor ha correspondido a ‘La academia de las musas’, de José Luis Guerín, figura fundamental en cuanto padre espiritual de esa hornada de jóvenes cineastas españoles independientes y radicales a los que el SEFF está dando amplia acogida desde la llegada de Cienfuegos a la dirección. Ficción revestida de documental, formada por diálogos intensos y repletos de hermosas ideas en torno a la inspiración, el arte y el amor, la película, que muestra la relación que establece un profesor de literatura con sus alumnas, consiguió una ovación durante la lectura del palmarés ciertamente insólita. El Giraldillo de Plata y el premio de la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía han ido a parar a ‘Las mil y una noches’, personalísima y ambiciosa trilogía de Miguel Gomes vista al completo durante el festival. El director de ‘Tabú’ recurre a Scherezade y sus cuentos para realizar un retrato caleidoscópico de la Portugal del austericidio tan irregular y caprichoso como fascinante y cargado de creatividad. Sin duda, una de las obras cinematográficas más importantes de los últimos tiempos. No ha sido Gomes el único en recurrir a una cierta forma del cuento tradicional para reflejar desde la posmodernidad a esta Europa fallida y casi desquiciada. El griego Yorgos Lanthimos, no por casualidad el cineasta más representativo de Grecia desde el estallido de la crisis, reincide en ‘Langosta’ (Premio Euroimages), una especie de parábola futurista con reparto internacional, en la alienación y los sentimientos plastificados para criticar desde la excentricidad las estructuras sociales vigentes.
Una imagen de Pozoamargo. Una imagen de Pozoamargo.

También Matteo Garrone, director de ‘Gomorra’, ha dado un giro temático a su filmografía con la fantasía ‘El cuento de los cuentos’, adaptación de Giambattista Basile, que escribía en el siglo XVII, cuando esta forma de relato era la única y no tenía que estar dirigida a los niños. Espectacular en su barroquismo, marca de la casa, y emocionante en su desarrollo, la película no ha puesto de acuerdo a la crítica y ha sido ignorada por el jurado. Lo mismo le ha sucedido a la inquietante ‘Blood of my blood’, del veterano Marco Bellocchio, que saca las miserias de Italia, las de ayer y las de hoy, mediante dos historias en las que no falta el componentes fantástico, conectadas extrañamente a través del monasterio de la ciudad de Bobbio. Más cercanas a ese realismo que hace pocos años imperaba de forma casi absoluta en el cine europeo, el documental ‘The other side’ o la rumana ‘One floor below’ han convencido en mayor medida al jurado. En la primera (premios al mejor director y fotografía), Roberto Minervini se sumerge en Louisiana para criticar una forma de vida en la que la posesión de armas es fundamental. Por su parte, Radu Muntean nos introduce en ‘One Floor Below’ (premios al mejor actor y guión) en un bloque en el que se produce un asesinato sobre el que el protagonista tiene una información que se niega a compartir, lo que deriva en una extraña tensión. El palmarés lo han completado ‘Rabin, the last day’ (Premio Especial del jurado), en la que Amos Gitai combina ficción e imágenes de archivo para narrar el último día de vida del primer Ministro israelí Isaac Rabin; e ‘In the shadow of women’, peripecia romántica en la que Philippe Garrel recupera el espíritu de la Nouvelle Vague apoyándose entre otros en la actriz Clotilde Coureau, premiada por su trabajo. LAS NUEVAS OLAS VIENEN DE ESPAÑA                          La sección centrada en óperas primas y miradas radicales, Las Nuevas Olas, ha vuelto a ganar peso este año en la programación, alcanzando una amplitud de perspectivas difícil de resumir. Su palmarés, elegido por un grupo de estudiantes de la Universidad de Sevilla, ha tenido un claro sabor español. Concretamente a La Mancha, donde transcurre casi al completo ‘Pozoamargo’ (título que hace referencia a una pequeña localidad de Cuenca), premio a la mejor película. El crudo relato de la penitencia de un hombre que se siente culpable por haber transmitido una ETS a su mujer embarazada, con hallazgos formales muy interesantes por parte del director mexicano Enrique Rivero, se ha impuesto a ‘Berserker’ (premio especial), original acercamiento al thriller, reducido a su esqueleto por el debutante Pablo Hernando, con toques de humor de los más efectivos. La mención de honor de la sección también ha ido a parar a una producción nacional, ‘Dead Slow Ahead’ (Mauro Herce), mientras que en la modalidad de no ficción la ganadora ha sido ‘The event’, del prestigioso Sergei Loznintsa, quien reconstruye los últimos días de la URSS mediante imágenes de archivo. El palmarés se completa en las demás secciones con los triunfos de ‘Transeuntes’ (Luis Aller) en Resistencias, ‘Yoko y sus amigos’ en Europa Junior y ‘Mustang’ en Selección EFA. Estos dos últimos premios son decididos por los asistentes al festival. EL EPÍLOGO TRISTE El último día de un festival suele ser para los profesionales que asisten o trabajan en él el de los corrillos para comentar el palmarés, el de la gala de homenaje a los ganadores y también, después de unos días cargados de proyecciones y trabajos, el de la fiesta para darlo todo y despedirse de “los amigos del festival”, esa gente a la que encuentran de noviembre a noviembre. Los terribles sucesos de París han llevado a la organización del festival a suspender los actos de clausura así como el concierto de Sophie Auster, y sustituirlos por una concentración de respeto, por lo que ese broche final este año no podrá ponerse en esta ocasión. Una pena, pero en una cita tan ligada a Europa y a Francia como esta se antoja una decisión de lo más acertada. Para rescatar algunas de las películas premiadas y ponerle punto y final al SEFF 2015, se podrán ver hoy en el Teatro Alameda ‘Mustang’ (17:00), ‘Langosta’ (19:00) y ‘La academia de las musas’ (21.30) con los precios habituales del festival.