Si el titular del lunes 3 de diciembre de 2018, al día siguiente de las elecciones andaluzas, era ‘Ferraz desentierra el hacha de guerra’, el titular del 28 de mayo de 2019 es ‘Ferraz entierra el hacha de guerra’.

Tras el encuentro mantenido este lunes por Pedro Sánchez y Susana Díaz a solas en el palacio de la Moncloa, las tensas relaciones entre Ferraz y San Vicente que afloraron abruptamente el 3 de diciembre por boca del número dos federal y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, han dado paso a una tregua en la que la dirección federal renuncia a segarle a Díaz la hierba bajo los pies y la dirección andaluza se compromete a dar juego orgánico e institucional al todavía minoritario bando sanchista. 

Adiós a las armas

Fuentes próximas a la secretaria general del PSOE andaluz trasladaron a EL PLURAL que la reunión de la Moncloa había transcurrido con buen tono, aunque con sinceridad, de modo que ninguno de los dos se abstuvo de decir lo que se guardaba dentro: “Susana salió supercontenta, quizá sea la vez que más a gusto se ha encontrado en un encuentro con Pedro”.

Las mismas fuentes precisaron que los dos líderes ya habían venido hablando desde hacía semanas y que durante la campaña electoral última hubo entre ambos una complicidad que "los medios no supieron advertir".

Si me dan a elegir...

Inicialmente, Ferraz había tentado a Díaz ofreciéndole algún puesto institucional de relevancia, prácticamente el que ella hubiera elegido, pero la expresidenta andaluza lo rechazó.

Convencida de que la pérdida de la Junta es un hecho accidental y pasajero, sus planes pasan por continuar al frente del partido en Andalucía, liderar la oposición al Gobierno ‘trichachito’ y volver a ser la candidata socialista a la Presidencia de la Junta.

Los dos primeros deseos se verán cumplidos; en cuanto al tercero, se decidiría llegado el caso en un congreso que probablemente no se celebre antes de dos años.

Deprisa, deprisa

La idea difundida en los cenáculos de la capital por el sanchismo andaluz con más prisas era que Ferraz iba a entrar a saco en las Diputaciones de Sevilla y Cádiz, las más inequívocamente susanistas.

Se desconoce por ahora si sus actuales presidentes, Fernando Rodríguez Villalobos e Irene García, serán confirmados en sus cargos por la dirección federal, que tiene la última palabra. En todo caso, entre los puestos de diputados provinciales o asesores sí habría hueco para la minoría sanchista.

Algunas fuentes opinan que Francisco Toscano, alcalde de Dos Hermanas y referente del sanchismo en Andalucía, se precipitó el lunes al mostrarle a Villalobos la puerta de salida de la Diputación de Sevilla.

A la hora en que hacía esas declaraciones, Toscano parecía no saber que Díaz estaba reunida con Sánchez. “No hay que hacer demasiado caso a francotiradores y profesionales de la bronca”, advierten desde San Vicente sin dar nombres, aunque tampoco hace falta.

El precio era alto

A Ferraz le ha costado convencerse de que acabar con Díaz por las malas podía tener un alto precio, además de enturbiar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno.

En una batalla abierta seguramente acabaría ganando la dirección federal, pero el coste sería desmesurado para una federación que sigue siendo la más potente de España y cuya secretaria general está hoy mucho más deseosa –y necesitada– de llegar a acuerdos de lo que lo estaba antes de las elecciones autonómicas en las que perdió el poder.

Parecen haberse cumplido los pronósticos que hacía en privado un dirigente susanista antes de las elecciones generales: “Si Pedro vuelve a ser presidente será mucho mejor para nosotros porque estará más interesado en el Gobierno que en las peleas orgánicas”.

El papel estelar que su victoria le ha dado a Pedro Sánchez en el núcleo duro de la Unión Europea, léase Alemania y Francia, apuntala esos pronósticos a favor de la distensión orgánica.

"Tienen que entenderse"

Días atrás, un dirigente provincial de peso confesaba a EL PLURAL que su gente no estaba para guerras: “¿Qué les voy a decir a los míos? ¿Que nos embarquemos contra el secretario general que ha derrotado a la derecha y ha recuperado el Gobierno? Mi opinión es que Pedro y Susana tienen que llegar a un acuerdo: hablar los dos en privado y pactar lo que tengan que pactar”. ¿Por ejemplo? “Por ejemplo, darle sitio aquí a la gente de Pedro y cerrar un calendario para que haya primarias cuando toque y que gane quien tenga que ganar”.

Ese mismo mensaje, o uno muy parecido, le habrían trasladado a Díaz distintos secretarios provinciales en una reciente reunión interna.