José Manuel García, exconcejal de Izquierda Unida (IU) en Sevilla, ha negado este martes en la Audiencia Nacional que cobrara comisiones por contratos públicos y ha descargado en altos cargos del Ayuntamiento la responsabilidad de contratar a la empresa Fitonovo para poner césped artificial en once campos de fútbol.

En el juicio por la pieza sevillana del 'caso Madeja', el exedil de Deportes ha asegurado que no sabe si el exasesor del partido Antonio Miguel Ruiz o alguien más pidió pagos a Fitonovo. "Ni tengo conocimiento de que llegara ningún dinero a IU", ha expuesto.

García ha hecho hincapié en que no controlaba las finanzas del partido: "No tengo ninguna información y me sorprende que se le dé dinero a alguien que no ha tenido nada que ver en todo el proceso de adjudicación de los contratos", apartándose así del relato de la Fiscalía, que lo acusa de recibir dinero de Fitonovo junto al asesor y otro exconcejal de IU, Antonio Rodrigo, que declarará mañana.

Sobre el exasesor, que fue uno de los nueve acusados en esta pieza del 'caso Madeja' que pactó con el fiscal una pena inferior al año de cárcel tras reconocerse culpable, ha remarcado que Antonio Miguel Ruiz no tenía "ninguna responsabilidad" en el partido.

Para la Fiscalía, García, Rodrigo y Ruiz recibieron de Fitonovo 155.000 euros --de los que 70.000 se le habrían entregado a uno de ellos en una caja de zapatos-- por numerosas adjudicaciones, como once contratos para poner césped artificial en campos de fútbol.

García, que ha asegurado que carecía de competencias en los procesos de contratación, ha puntualizado que esos once contratos se realizaron en el marco del 'Plan 8.000', en el que la responsabilidad era de la junta de gobierno, que "delegó" al final en el director general de Hacienda, Patrimonio y Contratación.

"Yo no tuve nada que ver, me vino dado por el Ayuntamiento", se ha escudado García, que ejerció como delegado de Deportes, Juventud y del distrito Casco Antiguo desde finales de 2008 hasta las elecciones de 2011, cuando el PP desbancó a la coalición PSOE-IU.

Tras el interrogatorio del fiscal, el exconcejal ha expresado que solo recuerda haber conocido al hijo del dueño de Fitonovo en una inauguración y ha desmentido que haya recomendado el nombre de esa compañía a quienes decidían qué empresas merecían los contratos.

"Claro que no, porque no conocía a esas personas, no conocía qué empresas se habían presentado y jamás se me ocurriría a mí tener contacto con el secretario general del Ayuntamiento", ha indicado.

Por su parte, el exdirector general de Medio Ambiente Joaquín Peña (PP) ha negado "rotundamente" ante el tribunal que él o algún subordinado suyo asesorara o diera información privilegiada sobre licitaciones a alguna empresa para que hicieran una buena oferta.

Ha manifestado que su amistad con otro acusado, Alfonso Lozano, comercial en una de esas compañías, no influyó en el hecho de que fuera invitada a presentarse a las licitaciones y ha negado que alguna empresa de las que se postulaban a los contratos públicos le pagara su coche. "Lo pagué yo hasta el último euro", ha defendido.

De los 213 contratos que tuvo encima de la mesa como director general, Peña ha cifrado en 14 las ocasiones que animó a la empresa en la que trabajaba su amigo --que también pactó con la Fiscalía-- a que hiciera una oferta y le concedió tres licitaciones. Dicho esto, ha querido precisar que invitó a "muchas" otras a participar.

Ha explicado que como director general, cargo que ocupó tras la victoria del PP en las elecciones locales de 2011, sus competencias se limitaban a "impulsar" y organizar la estructura administrativa para que los concursos salieran adelante, pero no a adjudicar los contratos a las empresas, que se decidía en instancias superiores.

El exdirector de Medio Ambiente ha señalado que al asumir el cargo dio un giro a la costumbre que había con el PSOE en la Alcaldía de acotar al "mismo grupo de empresas" los concursos.

Y ha señalado que su propósito fue abrir el mercado de las licitaciones a otras empresas distintas de Fitonovo, que en el área de parques y jardines acaparaba el "75 por ciento del presupuesto".

Preguntado por un macro contrato para la conservación de parques y jardines sacado a concurso en el año 2012, Peña ha asegurado que hubo un aluvión de empresas interesadas y "todas" mostraron un interés "inusitado" en dejarse ver por el Ayuntamiento hispalense.

Sobre una licitación adjudicada a Fitonovo para mantener áreas de juegos infantiles, Peña ha detallado que se le adjudicó con "urgencia" y sin publicidad a esa empresa ya que, como había vencido el contrato anterior, hasta que entrara en vigor el próximo había dos meses por medio sin que nadie se ocupara de hacer ese trabajo.

Peña ha afirmado que si se hubiera enterado de que Fitonovo pagaba sobornos a funcionarios a cambio de contratos públicos, él lo hubiera comunicado y habría abierto expedientes. "No me cabía en la cabeza que alguien estuviera cobrando por ese tema", ha respondido cuando el fiscal le ha preguntado si supo en algún momento que esa empresa estaba "untando y pagando mordidas sistemáticamente".

Según la Fiscalía, Fitonovo desplegó entre 1995 y 2013 una infraestructura, tanto operativa como contable, destinada a lograr "contratos públicos irregulares". Mediante la estructura comercial de la empresa, armó una red de contactos con "funcionarios corruptos" que les facilitaban la contratación y estableció una "contabilidad paralela" que se nutría de facturación falsa para, entre otros fines, financiar los "sobornos" a funcionarios públicos.

El juez instructor atribuyó tanto a PSOE como a IU la condición de partícipes a título lucrativo en la investigación que afecta al Ayuntamiento de Sevilla por beneficiarse de la trama corrupta. Ayer, un exconcejal y un exasesor socialistas se confesaron culpables.

Nueve de los acusados admitieron ayer su papel en los hechos, reconociéndose autores de cohecho o tráfico de influencias. Para otro, José Gutiérrez, el fiscal retiró su acusación al apreciar una prescripción, ya que se desvinculó de Fitonovo en el año 2003.