Ni la mejor campaña de propaganda pagada a precio de oro habría resultado más efectiva para lanzar la nueva marca electoral Adelante Andalucía de lo que lo ha sido la batalla interna sostenida durante las últimas semanas entre las direcciones estatal y regional de Podemos, saldada con un inapelable triunfo de esta última.

Los confederados

Los ‘confederados del sur’ comandados por Teresa Rodríguez se han impuesto con claridad a los ‘imperios centrales’ de Pablo Iglesias y Pablo Echenique: en el futuro, en Podemos Andalucía mandarán los andaluces, como han certificado las recientes primarias en que Rodríguez venció a la candidata pablista Isabel Franco. 

La presentación en sociedad, esta mañana en Sevilla, de Adelante Andalucía ha tenido lugar en un clima de indisimulada euforia, compartida no solo por los dirigentes y cargos andaluces de Podemos, implicados directamente en la batalla orgánica de la que acaban de salir victoriosos, sino también por el resto de fuerzas y siglas integradas en la flamante confluencia nacida para disputar al PSOE la hegemonía de la izquierda: Equo, Primavera Andaluza, Izquierda Andalucista e Izquierda Unida.

El contramodelo

Todavía unas horas antes de la presentación de Adelante Andalucía, desde el cuartel general de Podemos en la capital de España seguían llegando ‘propuestas de paz’, cada menos convincentes, para evitar una capitulación que a esas alturas ya era inevitable: el nombre de Podemos no figurará en lugar preeminente en la marca con la que la confluencia andaluza concurrirá a las elecciones autonómicas.

Es cierto que la consulta entre los inscritos celebrada en marzo pasado en toda España había decidido lo contrario por abrumadora mayoría, pero Rodríguez y los suyos han impugnado por la vía de los hechos aquella votación. Convencer a IULV-CA de integrarse en la confluencia era para Rodríguez un objetivo prioritario que difícilmente habría consumado si el nombre de Podemos mandaba en la papeleta.

La fallida experiencia estatal de Unidos Podemos –“todo un contramodelo” de lo que no había que hacer, reconoce Antonio Maíllo– ha servido de guía inversa a los estrategas de la confluencia andaluza.

La papeleta

Aunque a continuación –o más bien debajo– de Adelante Andalucía figurarán los nombres de las cinco fuerzas que la integran, a nadie se le oculta que se trata, por una parte, de una maniobra tipográfica para hacer menos humillante la derrota de la dirección estatal y, por otra, de la garantía de que cuando llegue el momento de las urnas los votantes verán en la papeleta los nombres de Podemos e Izquierda Unida; también los de las otras tres fuerzas, pero estas son electoralmente poco relevantes.

Oficialmente aún no está decidido qué pondrá exactamente en las papeletas electorales, pero fuentes de la confluencia dan por seguro que el nombre más visible será Adelante Andalucía y que junto a él figurarán los de las formaciones que la integran.

La bandera

Más allá de las batallas de índole nominalista, uno de los objetivos estratégicos de la confluencia es arrebatar a los socialistas la bandera de Andalucía, que a su vez estos arrebataron astutamente en su día al Partido Andalucista de Alejandro Rojas Marcos y Pedro Pacheco. El PA acabó devorándose a sí mismo como partido, pero algunas experimentadas combatientes de su ala izquierda, como Pilar Távora o Pilar González, mantuvieron izado el pendón verdiblanco con el que ahora se han integrado en Adelante Andalucía, que también suma al ecologismo de izquierdas que representa Equo, cuyo presidente José Larios estuvo en la presentación celebrada en el Centro Cívico La Buhaira.

El PSOE de Susana Díaz tendrá que ponerse las pilas si no quiere verse sorprendido por esa doble A que han diseñado los creadores de La Huerta y que tiene algo “de alfa, de puente, de arco, de ola, de abrazo…”. Todo parece indicar, en cualquier caso, que los trabajos para llegar al logrado logo debieron comenzar bastante antes de que Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo desvelaran públicamente que esa era la marca elegida.

Los reproches de sigilo y falta de claridad que les han venido haciendo sus críticos estaban bien fundados, pero probablemente enseñar sus cartas antes de tiempo habría dado al traste con la operación.

El momento

Los jubilosos intervinientes en la puesta de largo insistieron en recalcar lo que en su opinión es “un momento histórico” para la izquierda andaluza, aunque eso no se sabrá a ciencia cierta hasta que no se celebren las autonómicas. La fecha de las mismas no se conoce, pero sí el que será seguramente eje principal de la campaña de Adelante Andalucía: ‘el susanismo’ que, en palabras de Teresa Rodríguez, vendría a ser la “degeneración burocrática” de un socialismo andaluz ya de por sí “caduco”.

Pero si Adelante Andalucía, comprometida en frenar sí o sí a la derecha, no obtiene la mayoría absoluta, ¿eso significa que pactaría o que permitiría gobernar al socialismo degenerado? Lógicamente, Rodríguez no contestó a la pregunta. Cartas como esas no suelen enseñarse antes de tiempo, aunque la descarnada dureza de los ataques de Rodríguez a Díaz –y de esta a aquella cuando es su turno– no parecen augurar nada bueno para quienes todavía sueñan con un entendimiento de las izquierdas andaluzas.