El modisto Elio Berhanyer ha recibido hoy su designación como Premio Nacional de Diseño de Moda con alegría pero también con pena, la que aún le provoca la desaparición de su firma. "Yo no he cerrado nada; me han cerrado todo. Me han quitado mi marca, me han cerrado mis talleres".

"Me ha hecho polvo un grupo que no quiero nombrar"
"Me ha hecho polvo un grupo que no quiero ni nombrar. Ahí están implicadas, por supuesto, Caja Madrid y la Comunidad de Madrid", agrega el diseñador cordobés, de 82 años. Berhanyer se refiere al momento en que decidió buscar socios para su firma, en 2006. Llegó a un acuerdo con el grupo Artesanos Camiseros, que pasaría a controlar el 60% de la nueva sociedad, y con Capital Riesgo Madrid -una sociedad de inversión participada, entre otros, por la Comunidad de Madrid y Caja Madrid- que asumiría otro 20%.

Decidieron que la  empresa no era rentable
Berhanyer se quedaría con el 20% restante. Sin embargo, en 2010, y debido a la crisis, los accionistas decidieron que la empresa no era viable, en contra del criterio del propio diseñador, que apostaba por mantener su firma. Pese a todo, y aunque Berhanyer reconoce que "en estos momentos es difícil vivir de la moda porque no se vende", afirma sentirse con ganas para seguir trabajando en este sector.

No se esperaba el premio nacional
"El pasado ha sido maravilloso y el futuro puede seguir siéndolo", ha afirmado el modisto, que no se esperaba el Premio Nacional. "En principio pensé que se lo darían a Jesús del Pozo, que se nos ha marchado". "Es un premio a toda mi trayectoria. Son 66 años luchando en este mundo, que ha sido mi gran amor. Me casé con la moda y aún no me he divorciado de ella", concluye Berhanyer, que vive centrado en su cátedra de la Universidad de Córdoba desde que en 2010 dejó de funcionar su taller madrileño.