Se llama Sergio Serrano tiene diez años y es celíaco desde los 15 meses, cuando le diagnosticaron la enfermedad. Su vida discurre con total normalidad con una salvedad, cuando llega la hora de comer. Entonces se encienden todas las alarmas, según explica su padre Amador Serrano. Su dieta alimentaria no puede contener trigo, avena, cebada, centeno, espeta o productos derivados. Puede comer todo tipo de alimentos que no contengan gluten, la ingestión de esta proteína le puede producir una reacción inflamatoria en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de los nutrientes, tal y como explica Juan Izquierdo, presidente de la Asociación de Personas Celíacas de Jaén (Apeceja) con motivo del Día Nacional del Celíaco.  Izquierdo cuenta que la ingestión de gluten produce en las personas celíacas “una atrofia de las vellosidades intestinales que impide que el organismo pueda retener los nutrientes y ello se traduce en una pérdida de apetito y peso, diarrea crónica, distensión abdominal, cambios de carácter o un retraso en el crecimiento”. UNO DE CADA CIEN Según Izquierdo, "uno de cada 100 españoles sufre la enfermedad celíaca, aunque se cree que más de 450.000 personas pueden padecerla, sólo un 10% está diagnosticado". En Andalucía se estima que hay aproximadamente unos 50.000 celíacos. Dar mayor visibilidad a esta dolencia es una de las prioridades de la asociación que reclama a todas las administraciones ayudas que permitan a este colectivo acceder sin dificultad a una dieta libre de gluten "porque es el único tratamiento que hay para tratar esta enfermedad". El presidente de Apeceja asegura que la crisis económica está impidiendo a muchas familias seguir con una dieta sin gluten, dado el elevado precio de los productos más básicos que para más inri tienen un IVA del 21%; motivo más que justificado para que las personas que padecen esta patología exijan a la administración que se involucre más y dé un apoyo para paliar este sobrecoste. Según Juan Izquierdo, España debe seguir el ejemplo de otros países como Reino Unido o Noruega donde sí existen estas ayudas o "bien que se imite a Portugal, donde el IVA de los productos sin gluten es del 5%".  Hace un año, el Ministerio de Sanidad que dirige Alfonso Alonso denegó la petición de ayuda solicitada declarando que “los celíacos pueden ingerir otros alimentos de consumo diario”. Aunque es cierto, no siempre estos artículos son fáciles de encontrar ni asequibles para todos los bolsillos. CASI 1.600 EUROS AL AÑO   Sin embargo, esta petición viene avalada por un informe de precios de productos sin gluten que elabora anualmente la Federación de Asociaciones de Celíacos de España (FACE) y que explica cómo la cesta de la compra de las personas celíacas se dispara en 33,05€ a la semana, 132,20€ si es mensual y hasta los 1.586,40€ al año. De hecho, subraya Juan Izquierdo, hay productos básicos como el pan o la pasta que triplican su coste. En este sentido, el padre de Sergio dice no comprender por qué los alimentos, que para su hijo son su medicina, "tienen consideración de producto de lujo" y aclara que "hoy en día, la dieta sin gluten es el único tratamiento del que disponen los celíacos para hacer frente a su enfermedad".   'SOMOS CELÍACOS, NO RICOS' No obstante, este sobrecoste ha servido como punto de inflexión para lanzar una campaña a través de la plataforma Change.org en la que se reclama una bajada del precio de los alimentos sin gluten. Bajo el lema "Somos celíacos, no ricos", se han recogido firmas para que el Ministerio de Sanidad tome en consideración esta protesta y apruebe algún tipo de ayuda. A este sobrecoste se suma otro obstáculo: el etiquetado. Todavía son mayoría los fabricantes en cuyos productos las etiquetas no recogen de forma clara la composición de los mismos y sus porcentajes, aunque las grandes superficies han comenzado a identificar los alImentos "sin gluten" e incluso han habilitado espacios exclusivamente para los alimentos destinados a personas con intolerancias, no solo al gluten. Otro de los problemas al que se enfrenta un celíaco es cuando sale a la calle. "Sergio, comenta su padre, ve truncada su normalidad cuando decidimos comer fuera de casa. Entonces es consciente de que él no puede comer de todo. No todas las "chuches" son aptas para él, ni todas las tapas, ni siquiera la carta de menú de los restaurantes están a su alcance. Te das cuenta de lo complicado que es comer fuera de casa. En mi caso, mi hijo suele ir acompañado de una mochila, en donde no falta ni su pan, ni sus bollos para la merienda. También es cierto que son ya muchos los establecimientos hosteleros jiennenses que elaboran platos sin gluten, pero aún estamos lejos de alcanzar esa normalidad".   JAÉN SIN GLUTEN En Jaén, la asociación de celíacos y la empresa Hans Soluciones Empresariales se han unido para impulsar el proyecto “Jaén sin gluten” que permite a los establecimientos de hostelería obtener una acreditación que certifica que el establecimiento ofrece una oferta adecuada de productos sin gluten y que sus procesos de trabajo garantizan que dichos menús están 100% libres de gluten. “El proyecto, señala Izquierdo, ha comenzando a dar sus primeros frutos. Estamos poniendo en marcha una red de restaurantes a nivel provincial que facilite una oferta gastronómica adaptada a las personas con intolerancia al gluten. Nos hemos puesto en contacto con Asostel (Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de la Provincia de Jaén) para que los hosteleros reciban la información necesaria sobre cómo se prepara una carta para celíacos y ampliar así su propuesta culinaria”. Además de esta toma de contacto con el sector de la restauración, la asociación jiennense sigue reclamando una mayor participación de las administraciones en las normativas alimentarias y en un mayor control de su cumplimiento, así como la necesidad de concienciar a la industria alimentaria a la hora de trabajar en pro del colectivo celíaco.