La propuesta ha partido de la Asociación de Juristas de Córdoba por la Defensa Animal y el Medio Ambiente, la  Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba, el Colectivo Andaluz Contra el Maltrato Animal de Córdoba y Empatiza Córdoba. Su objetivo: sustituir los actuales coches de tracción animal por coches eléctricos utilizando para ello fondos europeos destinados a propiciar una movilidad más sostenible.

La medida se implementaría con un calendario progresivo calendario progresivo. De llevarse a cabo, "se eliminarían costes de mantenimiento de los animales" como tales como comida, gastos veterinarios, cuadras, herrajes, y sus respectivas horas de cuidado del animal. También "se ahorraría en la limpieza de las calles, pues las heces de los caballos pueden resultar insalubres, así como olores derivados del animal como sudores u orina".

Para la financiación al menos parcial de este proyecto podrían solicitarse los Fondos Europeos de Desarrollo Sostenible. La propuesta, según sus promotores, “es hacer un servicio atractivo para turistas y cocheros o caleseros de modo que el sector vea cómo sus ingresos lejos de disminuir, como ha estado ocurriendo durante la pandemia, teniendo que mantener a los animales sin la existencia de ingreso alguno, vaya en aumento mediante la explotación de un vehículo ecológico, sostenible y subvencionado por la Administración.

Los colectivos animalistas que promueven la iniciativa ofrecen este otro argumento: “En pleno Siglo XXI, las calesas ya no son un reclamo turístico, sino que constituyen la base de la mayoría de los vídeos que se graban de caballos sufriendo en verano por las altísimas temperaturas que tenemos que soportar. Precisamente han sido este tipo de vídeos tomados por turistas los que han dado la vuelta al mundo, el último ejemplo lo tenemos el protagonizado por un caballo en el Puente Romano que cayó a plomo debido a un golpe de calor”.

Para materializar el proyecto sería necesario, en el ámbito legal, modificar la Ordenanza Municipal de Control Animal, que data del año 93, la Ordenanza Reguladora del transporte de viajeros en coches de caballos en el municipio de Córdoba, del año 2008 y el Decreto 4663 que regula los horarios en los que ha de interrumpirse el servicio de coches de caballos por altas temperaturas.