Campo de fútbol

Desde que se hicieron las playas de Málaga en primera línea de rebalaje, siempre tenía el jocoso presentimiento que la voracidad constructora en su tiempo, nos propondría rellenar de bloques esos espacios ganados al mar para hacernos unos bloquecitos. La misma idea me surgía en alguna tediosa tarde en La Rosaleda, mientras el balón volaba sin ton ni son de banda a banda. Demasiada zona verde constituía el césped, para que a nadie se le ocurriera que edificado estaba mejor. Parece que desde El Jeque para acá, el Ayuntamiento quiere grúas en los cornets. Demasiado verde.

Presupuesto municipales

Con los tiempos que corren, la foto de Francisco de la Torre y Carolina España presentado el presupuesto más escuálido en inversiones de la época, se tiñe con el gris de la peor despedida. La señora España se va a sus labores de flamante diputada, y el alcalde-senador, sueldo aparte, dejará la alcaldía cuando el oportuno o inoportuno tiempo de la política de los populares locales lo demande, para que el futurible alcalde se haga con un cachito de popularidad paseando por doquier vara y atributos de mando. Personajes aparte, hemos retrocedido diez años en inversiones municipales.