Un juzgado ha condenado hoy a una vecina de Cádiz a pagar una multa de cien euros por insultar a la alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez (PP), durante un pleno extraordinario celebrado el pasado 24 de marzo cuando, junto a otras personas, interrumpió para protestar por el desahucio a una amiga.

"Autora de desorden público e insultos a la autoridad"
En un juicio rápido celebrado hoy, el juez ha considerado que Rosario González es autora de "desorden público e insultos a la autoridad", por lo que la ha condenado a pagar cinco euros de multa durante veinte días. A las puertas del juzgado, Rosario ha admitido que durante la protesta interrumpieron la sesión plenaria del consistorio y llamó "hija de puta" a la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, "no porque yo me dirigiera a ella directamente -ha dicho-, sino por la impotencia".

"La insulté por el nerviosismo"
"La insulté por el nerviosismo, porque estaba indignada y ella no nos estaba escuchando", ha explicado hoy esta vecina, que decidió ir al pleno para acompañar a su amiga Milagros Arzúa, una joven de 27 años que ocupa ilegalmente una vivienda social gestionada por el ayuntamiento en la calle Marinero en Tierra de Cádiz y que ese mismo día esperaba que se cumpliera una orden pendiente de desalojo.

Fue a defender a una amiga de un desahucio
"Todo fue en el contexto de reivindicación, de defender a una amiga porque la desahuciaban con sus tres hijos", ha explicado Rosario González en referencia a Milagros Arzúa, que ha protagonizado otros incidentes y protestas ante el Ayuntamiento y ayer mismo fue desalojada del pleno, al que acudió para reclamar nuevamente un hogar en el que vivir con sus hijos de 8, 5 y 2 años.

El juez no admite pruebas de testigos
"Yo no estaba sola en el pleno chillando, lo que ocurre es que yo tengo un temperamento bastante fuerte y se me escucha más y eso se ve en los vídeos. La Policía Local dice que solamente soy yo cuando eso es mentira", añade. Según la condenada, el juez no ha admitido el testimonio de testigos ni otras pruebas, sino que ha tomado como referencia la palabra de los dos policías locales que presentaron la denuncia.

La sanción será conmutada por una pena de arresto domiciliario
Aunque la abogada de Rosario tiene intención de recurrir, probablemente la sanción se conmute por una pena de arresto domiciliario ya que la joven asegura que tiene un hijo y sólo cobra la ayuda familiar por lo que no tiene dinero "para pagar una multa". Medio centenar de personas de distintos colectivos de la ciudad, como las limpiadoras del Ayuntamiento de Cádiz, "Desempleados del Metal" o "Parados de Cádiz" apoyaban con su presencia a las puertas de juzgado a la joven. Y también a Lorenzo Jiménez, un activista gaditano miembro del 15M y de la Plataforma por una Vivienda Digna que estaba citado por colocar una pancarta en el fachada del consistorio.

Se niega a pagar la multa
Antes de entrar a la sala, Lorenzo Jiménez se ha mostrado convencido de que ésta sería su tercera condena por hechos similares porque "el juez no entra a valorar la reivindicación, sólo tiene en cuenta la colocación del cartel", y ha asegurado que se negará de nuevo a pagar la multa por lo que, de nuevo, volverá a cumplir arresto domiciliario.

Desalojadas del hemicliclo
Dos momentos tensos en el Pleno municipal de ayer. Dos personas con problemas de vivienda. Dos madres solteras. Dos jóvenes okupas protagonistas en las últimas fechas de dramáticas situaciones de exclusión social. Milagros Arzúa y Aysha Elmortada fueron desalojadas del hemiciclo por agentes de la Policía Local después de interrumpir el desarrollo del Pleno en mitad de los debates y sin que hubiera llegado el turno de intervenciones de los ciudadanos.

"Viviendas y trabajos no es lo que necesitamos, no jardines"
"¡Necesito una solución!". Arzúa, que vive con sus hijos de 2, 5 y 8 años en una vivienda social de la calle Marinero en Tierra, clamaba mientras el público aplaudía. "¿Cuándo vas a atenderme, Pablo Román?", preguntaba al concejal de Vivienda. Entre sus acompañantes se escuchaban frases como "Viviendas y trabajos es lo que necesitamos, no jardines" o "¡Corruptos!".

Teófila invitó al portavoz de Iu a "reunirse con ellos"
Mientras la Policía Local se llevaba a Milagros Arzúa, la alcaldesa, Teófila Martínez, apremiaba a Sebastián Terrada (IU) a hablar, pues tenía en ese momento el turno de palabra. El portavoz de la formación de izquierdas le respondió, con el ruido del desalojo de fondo, que estaba "escuchando al pueblo", por lo que Martínez le invitó a "reunirse con ellos" y le calificó de "demagogo y agitador profesional".

Entre sollozos exigía a la alcaldesa "mírame a la cara"
El segundo momento de tensión de las ocho horas que duró el Pleno se vivió cuando Aysha Elmortada hizo lo mismo que Arzúa para solicitar una vivienda. Forcejeó con los agentes policiales que la sacaban del salón de plenos mientras exigía entre sollozos a la alcaldesa: "Mírame a la cara". En mitad del forcejeo, la alcaldesa, desde su sillón, pidió que la dejaran hablar, aunque ya era tarde y Elmortada era conducida fuera del salón de plenos.

"A ellos no les conviene que se sepa lo que está pasando"
Elmortada vivió durante meses en un edificio okupado por otras ocho familias sin recursos en el número 43 de la avenida San Severiano. Fue desalojada a mediados de enero y vive ahora en una pensión del centro histórico de la ciudad pagada por el Consistorio junto a su hijo enfermo, "sin cuarto de baño propio ni agua caliente". "Me dijeron que no saliera en prensa, que iba ser peor y desde entonces no sé nada", aseguró Aysha Elmortada a la agencia EFE al terminar el Pleno. "A ellos no les conviene que se sepa lo que está pasando", añadía.

"No van a parar"
Las dos jóvenes y sus acompañantes permanecieron a las puertas del Ayuntamiento e incluso una de ellas, Milagros, volvió a acceder a la sesión plenaria. Ambas aseguraron que "no van a parar" hasta se les "haga caso" y encuentren una solución a su problema.