La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) conocida ayer desvela algunos hechos políticamente significativos que han quedado sepultados bajo los grandes titulares sobre las preferencias de los encuestados en relación al futuro gobierno o su grado de insatisfacción con la situación política y económica. He aquí algunos de esos datos de los cuales las direcciones de los partidos deberían tomar buena nota. 1. El 72,7 por ciento de los votantes de Podemos querría un Gobierno de coalición con el PSOE. El dato global de la encuesta que se ha difundido hasta ahora es que el 17,1 de los ciudadanos querrían un pacto PSOE/Podemos, porcentaje similar al de quienes querrían un acuerdo PSOE/Ciudadanos. Lo llamativo es el elevadísimo porcentaje de votantes de Podemos que verían con buenos ojos una alianza con los socialistas de la que no parecen querer saber nada los dirigentes de la formación morada. Ni, por cierto, los votantes socialistas: solo el 11,7 por ciento de ellos preferiría coaligarse con Podemos, frente a un 15 que lo intentaría con Ciudadanos. 2. Los votantes del PP tiene mala memoria. Tan mala que parecen mentir como bellacos cuando se les pregunta a qué partido votaron hace dos meses y medio. Mientras el resultado real obtenido por el PP fue del 26,7 por ciento, los encuestados rebajan ese porcentaje real al porcentaje imaginario del 15,9 por ciento, es decir, nada menos que un 11,2 por ciento de los electores del PP han ‘olvidado’ que votaron a la formación que lidera Juan Manuel Moreno. La memoria de los demás votantes es, sin embargo, mucho más fiel a lo que sucedió realmente el 22-M. 3. Ciudadanos fue quien más rentabilizó la campaña. Si la campaña electoral dura un poco más quién sabe hasta dónde habría llegado el partido de Albert Rivera: nada menos que el 51,9 por ciento de sus votantes se decidieron por Ciudadanos durante las dos semanas de la campaña electoral: un 20,2 por ciento en la primera semana y un 31,7 en la segunda. En el resto de partidos esos porcentajes están muy por detrás. 4. El 26,7 por ciento de quienes votaron a Podemos lo hizo para que no ganase otro partido. Siempre hay en toda elección un porcentaje de votantes que eligen una papeleta no tanto porque les guste su titular como porque así evitan la victoria de otro que no les gusta. En las andaluzas del 22 de marzo, más del 25 por ciento de los votantes de Podemos y Ciudadanos eligieron sus papeletas para evitar que ganase otra fuerza política. Los porcentajes son mucho más bajos en el resto de partidos, pero muy en particular en el caso del PSOE, donde solo el 2,8 por ciento tuvo en cuenta esa motivación. 5. San Fernando, tenemos un problema. Preguntados los ciudadanos entre qué dos partidos dudaron a la hora de votar, el dato más sorprendente es el elevadísimo porcentaje de personas que habiendo votado finalmente al PP estuvieron tentados de votar a Ciudadanos: exactamente un 50 por ciento. Es la tasa más alta en cualquiera de las combinaciones posibles, aunque en el global de todos los electores que estuvieron dudosos entre PP y Ciudadanos el porcentaje sea solo del 14,4 por ciento. 6. San Vicente, podríamos tener un problema. Y también es sumamente interesante el hecho de que el 22 por ciento de votantes socialistas dudaron si votar al PP en vez al PSOE, como lo es que nada menos que un 32 por ciento tuvo dudas sobre si votar a Podemos en vez a Díaz. Ocupar la centralidad del tablero político tiene esos riesgos: que hay que estar con cien ojos para que no te 'roben' votos ni por tu izquierda ni por tu derecha. También el PSOE tiene el índice más alto de electores para quienes el partido de Susana Díaz era su primera opción pero decidieron finalmente quedarse en casa: un 15,8 por ciento. Por algo sería. 7. Pues sí, las encuestas sí influyen… pero en muy poca gente. El 55 por ciento de andaluces tuvo conocimiento de los resultados ofrecidos por alguna de las encuestas preelectorales, aunque de todos ellos el 63,8 por ciento no las tuvo nada en cuenta a la hora de emitir su voto, frente a un 3,8 que las tuvo muy en cuenta, un 10,1 bastante y un 22,2 poco. El dato más llamativo está en la repuesta dada por los votantes del PP a la pregunta de en qué sentido tuvo en cuenta los sondeos: para un 78,6 por ciento de todos los votantes populares que admiten haber sido influenciados por los sondeos, estos les sirvieron para reforzar su decisión de votar por el partido al que pensaban hacerlo inicialmente. Ese mismo porcentaje baja al 12,5 por ciento entre los votantes de Ciudadanos y se sitúa en el entorno del 30 por ciento en el PSOE y Podemos, si bien llega al 100 por cien entre los de IU.