El Consejero de Educación de la Junta de Andalucía se ha salido con la suya. Javier Imbroda apostó desde un primer momento por que el regreso a las clases se llevase a cabo en su fecha y, muy especialmente, que la asistencia a clase, a pesar de la amenaza de la pandemia y contra buena parte de la opinión de la comunidad educativa andaluza, fuera obligatoria.

Así ha sido y para ello se ha encargado de que se conozca claramente  publicando un decálogo donde se abordan distintas cuestiones y dudas sobre la vuelta al cole. Un aviso nítido de que en cmaso de que los padres o adres no lleven a sus hijos a los centros escolares desde el inicio del curso, la Junta de Andalucía no dudará en aplicarle las medidas sancionadoras correspondientes al protocolo del absentismo escolar. Este protocolo haría que la dirección de los colegios, junto a la Inspección, activaría un proceso que podría acabar en denuncias a los padres por el hecho de que sus hijos falten a clase. La Junta no contempla que el miedo o prevención ante el riesgo de contagio de Covid-19 justifique la ausencia.  

Ni caso a AMPAS, sindicatos y equipos directivos de colegios e institutos

En el decálogo se especifica que la vuelta a las aulas y el comienzo del próximo curso serán presenciales. Para nada han servido ni las presiones de las AMPAs ni el rechazo y oposición de los sindicatos. También la Junta de Andalucía hace caso omiso al temor más que justificado de los equipos directivos de colegios e institutos. Nada ni nadie ha podido cambiar de opinión a un tozudo Imbroda que ha visto este asunto en clave de pulso personal a la “autoridad docente”. Si el Covid y sus devastadores efectos no lo han conseguido parece imposible que otros escenarios de acuerdo en el futuro se pudiesen fraguar.

Para el consejero de Educación y Deporte si algo ha demostrado el reciente estado de alarma tras cerrar los centros, es que “la presencialidad resulta fundamental” en la formación de los menores y que “el profesor no se puede sustituir por un ordenador”.

No rotundo a la enseñanza “on line”

Por tanto, y como consecuencia de la obligada presencialidad de las clases, la enseñanza 'on line' voluntaria, queda totalmente descartada por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Tal y como habían demandado sectores educativos en el sentido de que las familias que voluntariamente optasen por esta modalidad on line de enseñanza pudiesen demandarlo y de esa manera coadyuvar a la reducción de la ratio en las aulas.