La política nacional se traslada a los ayuntamientos gracias al PP. Los grupos municipales de cada una de las corporaciones municipales van a debatir sobre la amnistía que negocian PSOE y Sumar con Junts y Esquerra Republicana. Una cuestión, de la cual no se conocen detalles puesto que se está negociando, y que ha acelerado el PP para que se debata la misma semana que Alberto Núñez Feijóo pierde su investidura.

El encargado de defenderla ha sido el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida. Sin papel en el que apoyarse, como el que ya se conoce el argumentario al dedillo desde el pasado domingo en la manifestación celebrada en Madrid con Aznar y Rajoy, ha asegurado que España está "en el momento de desafío más grave" al que se enfrenta.

Una actualización del "España se rompe", en el que el exportavoz del PP ha defendido ante los concejales del Ayuntamiento de Madrid para dar la oportunidad a la izquierda de dar un "doble no al supremacismo independentista catalán". Así, apelaba a rebelarse contra Sánchez y rogaba a sus compañeros de pleno "un no a una ambición sin límites desmedida sin ningún tipo de escrúpulos" de un presidente que "no cambia de opinión, sino que miente"

No obstante, ha advertido que se trata de una "amnistía que ya está pactada con el independentismo catalán", pero que "no cabe en la Constitución de 1978".

Tampoco se ha referido al PSOE. De hecho, diferencia entre el PSOE - el de Guerra y González - y el "partido sanchista", que es el acual. "Todo por el Gobierno", insistía agitando la estrategia del sanchismo que tantos sabores agridulces le dio al PP el 23J.

Según expresaba el alcalde, al igual que la esclavitud no está recogida en la Carta Magna y no está permitida, tampoco lo está la amnistía.

El único apoyo de Almeida ha sido Vox. El portavoz de la ultraderecha, Javier Ortega-Smith, consciente de que no es una batalla que van a poder rentabilizar los de Abascal, ha añadido una enmienda para pedir al Gobierno que "los extranjeros" tampoco puedan ser beneficiados de una supuesta amnistía que se pueda proceder. No solo eso, pedía no poder indultar a ningún extranjero "cualquiera que sea su delito".

Indicando que "está en juego las bases del Estado de Derecho", se ha reivindicado como esencial en el papel de la judicialización del procés por ser al abogado de la acusación particular y se ha mostrado en contra de la amnistía porque "quienes han cometido delitos tienen que someterse en igualdad de condiciones a los tribunales de justicia y resonder por los actos que han cometido" porque "la igualdad de los españoles no es negociable".

Gran parte de las miradas estaban puestas en Reyes Maroto, portavoz de los socialistas en el consistorio. Apenas lleva seis meses fuera del Gobierno y el alcalde ha realizado numerosas acusaciones a Maroto. Incluso, ha dejado entrever que la defensa de la amnistía no es por agradecimiento a Sánchez, sino porque quiere repetir como ministra y abandonar el Ayuntamiento. Por su parte, la concejala ha asegurado que Almeida "antepone los intereses de sus partidos al de los vecinos y vecinas de Madrid". "Quieren convertir en este pleno en tapar con una cortina de humo la investidura fallida del señor Feijóo", recordaba diciendo al alcalde que si les preocupara "la igualdad no pactarían con la ultraderecha".

"Lo que está detrás de su iniciativa es impedir un gobierno progresista", indicaba al respecto Maroto.

No obstante, la portavoz de Más Madrid, Rita Maeste, a la que también había interpelado Martínez Almeida por la coalición con Sumar, tachaba de "bravata" del PP por asegurar que con esa votación "iba a poder esconcerse". "¿Esconderse de quién?", indicaba cabreada asegurando que los suyos va "con la cabeza muy alta" y siempre han estado a la altura de las decisiones que han tomado "aunque tengan costes electorales" y que su propuesta, la de abrirse a una amnistía es "tan legítima" como la del PP.

Así, hacía referencia al "anticlímax", es decir, la investidura fallida de Feijóo asegurando que "solo son capaces de conseguir el apoyo de la extrema derecha". "No tienen los votos para gobernar este país", repetía en reiteradas ocasiones a la vez que recordaba que hace tan solo dos semanas el PP se estaba reuniendo con Junts y que en otras ocasiones, cuando al PP le han hecho falta los votos del soberanismo catalán "no han tenido problema en dar cesiones".

"¿Pueden sentarse ustedes con Junts pero no el resto? Pues perfecto", respondía.

"Los usarían pero no pueden porque no tienen los números. Se les ha llenado la boca de llamarnos antiespañoles cuando España ha salido a votar les ha dicho que no", insistía asegurando que "va a ser un gobierno progresista el que cierre el conflicto territorial" que abrió la derecha.