“Por ser un cura moderno y tocar la guitarra en Canal Sur”, esos son los motivos que esgrimen vecinos de La Línea de la Concepción para interpretar la decisión del Obispo de Cádiz y Ceuta de destituir a su párroco, Juan Carlos Pérez Jiménez. La feligresía de la ciudad gaditana lindante con Gibraltar anda muy cabreada. No les gusta para nada esta decisión de cese para un cura muy integrado en la sociedad, accesible y moderno. Un cura cuyo “pecado” haya sido su afición a tocar la guitarra, cantar sevillanas, ser un tipo alegre. Aunque la decisión del obispado se podría haber acelerado por haberlo hecho -tocar la guitarra y cantar sevillanas- ante las pantallas de todos los andaluces que sintonizan la televisión pública autonómica, Canal Sur.

Degradado
El “cura Carlos” que es como se le conoce cariñosamente y popularmente al sacerdote en La Línea, será destituido de la responsabilidad máxima de su parroquia, si nadie no lo remedia ni las firmas que recogen sus feligreses en contra de su cese no surten efectos. Si no se consigue que el Obispo ceda en su decisión, Juan Carlos Pérez será sustituido por el arcipreste y realizaría solo labores de coadjutor. Se trataría de una especie de degradación en la escala del "ejército" eclesial.

Recogida de firmas
Como sucediera anteriormente cuando el “cura Carlos” fue trasladado desde la parroquia de Conil a la actual de La Línea, los feligreses de la Iglesia de la Inmaculada de La Línea no han aceptado ni entienden la orden del Obispo. Quieren que este sacerdote siga con ellos en sus actuales competencias. Para ello se han puesto mano a la obra y están recogiendo firmas que remitirán al obispo con la esperanza de que este rectifique una decisión que no comparten. Alegan los vecinos que con este párroco se hallan  muy contentos y muestran el rechazo del cambio de párroco a coadjutor dictado por el obispado.

"Influencia de sectores conservadores"

Según algunos feligreses en el fondo de todo se hallaría la influencia de miembros muy conservadores de La Línea que se “escandalizan” por el hecho de que este cura cante sevillanas, toque la guitarra y vaya a programas de televisión. La realidad es que no se explican como un cura alegre, simpático y accesible y  que se ha ganado a la comunidad de su parroquia, sea trasladado. Su cercanía ha llegado a calar en toda la ciudad y se le ve como un ejemplo de un miembro de la Iglesia católica que ha llevado modernidad y nuevos aires a su ámbito de acción.

Se presentó a un casting en Canal Sur
El cura, en un gesto que algunos han considerado trasgresor e impropio de la Iglesia Católica tuvo el “atrevimiento” de presentarse  a un casting cantando sevillanas organizado por la televisión autonómica. A pesar de no ser elegido, apareció en distintas ocasiones y logró tal éxito en sus contactos que  consiguió que Pepe “El Marismeño” cantara en una misa en el santuario.

Llueve sobre mojado
Lo cierto es que llueve sobre mojado en la vida sacerdotal del cura Carlos ya que también cuando se le trasladó desde de Conil a La Línea, tuvo asimismo  el cariño de sus feligreses de los que recibió idénticas muestras de cariño. Al mismo tiempo también, como ahora en La Línea, rechazaron la decisión e intentaron removerla sin éxito. Muchos motivos y respaldos que lo avalarían para que el Obispado, en un gesto de comprensión y respeto a sus feligreses, cambiara de opinión y anulara la orden de traslado.