Sales al campo un buen día y te das un largo paseo. Eres un avezado montañero y nunca sales de tu cabaña sin tu equipo. Tus botas, tu mapa, tu cantimplora y tu brújula. Este último es el elemento más importante. Muchas veces te ha sacado de grandes apuros. Solo tienes que mirarla para saber adónde dirigirte. Y ese día no es distinto. Has andado durante horas y ahora no sabes muy bien dónde estás. Sacas tu brújula, miras su flecha señalando el norte y te guías por ella. Pero esta vez estás perdido.

Ya ha sucedido antes, muchas veces

Puede pasar en cualquier momento, porque ya ha sucedido muchas veces en el pasado. La polaridad del campo magnético de la Tierra puede variar con bastante rapidez. Y lo que antes era el polo norte magnético pasar a ser el polo sur. U otras posibilidades que también son factibles. En lo que no se ponen de acuerdo los científicos es si ese cambio está cercano o lejano. Según el paleomagnetismo, que estudia estos cambios según los estratos del subsuelo, el último se dio hace unos 780.000 millones de años. Según un reciente estudio, uno de estos cambios podría producirse pronto. Pronto, claro, en términos geológicos y cósmicos. Es decir, en los próximos 4.000 años. Un estudio de la Universidad de Arizona ha lanzado esta predicción estableciendo los cálculos según el análisis combinado de modelos y datos.

¿Desaparecerá el campo magnético?

Sin embargo, uno de los autores del estudio, Matthias Morzfeld, muestra una visión más inquietante. “Podemos tratar de establecer cuándo se producirá el cambio”, comienza, “pero no podemos saber qué ocurrirá durante ese cambio y después”, concluye. Y esperad, que la cosa se puede poner peor. “¿El campo magnético terrestre desaparecerá completamente y volverá con los signos cambiados o saltará de uno a otro sin solución de continuidad?”, se pregunta. Sin duda es una pregunta inquietante. Que, de pronto, el campo magnético terrestre desaparezca, aunque sea un breve lapso de tiempo, nos deja a merced de los vientos solares. Fuerzas magnéticas que arrasan con todo a su paso. Que se lo pregunten a Marte que a causa de este fenómeno perdió su atmósfera y su agua superficial.

Un campo cada vez más débil

Y aquí es donde entra otra certeza, pero no demasiado tranquilizadora. Los científicos sí saben que antes de uno de estos cambios, el campo magnético se debilita ostensiblemente. Y han detectado que, aunque todavía fuerte, el campo terrestre se debilita con rapidez. Aunque otros aseguran que todavía es demasiado fuerte para que se produzca un cambio. Lo que todos parecen es querer tranquilizarnos. Que el campo magnético se debilite, desaparezca y vuelva alterado es algo que ya ha ocurrido en el pasado. Y la vida en la Tierra ha seguido su curso. Tratemos de consolarnos con esa visión.