A los profesionales del marketing les encanta inventarse palabras, y Musicidad es una de ellas y muy acertada. Se trata de un concepto estudiado por Cande Sánchez Olmos, profesora de la Universidad de Alicante y con el que además ha realizado el doctorado. Consiste en la utilización de la música como soporte y mensaje publicitario al mismo tiempo. La forma más habitual es cuando un anuncio tiene una canción conocida como sintonía, o “jingle”. Pero muchas marcas están descubriendo que la música, en sí misma, es un gran medio para relacionarse con el público.

No es nuevo, pero ahora suena más

En un artículo publicado en el blog de MSMK, escuela de negocios de la que también es docente, nos resume el porqué las marcas se fijan tanto en este recurso:
“La música comunica, significa y conecta intensa y emocionalmente con la identidad de la persona, razón por la cual ha sido utilizada con una finalidad comercial desde principios del siglo XX.”
Sin embargo, el actual contexto tanto del mercado, como de la sociedad y por tanto, del marketing ha favorecido que ambos mundos, música y publicidad, se busquen más que nunca. “Nos encontramos en un contexto en el cual tanto la industria de la música como la publicitaria han sufrido cambios como consecuencia del desarrollo de Internet y la tecnología —explica la profesora Sánchez Olmos—Esta circunstancia ha provocado que músicos y productores hayan acudido a la publicidad como alternativa para la promoción de sus artistas o para diversificar el negocio.”

Por otra parte, la audiencia de las marcas piden más que mensajes comerciales.

Piden que les cuenten historias, que les ofrezcan algo de valor, que les hagan vivir experiencias y les emocione… todo ello, puede conseguirlo de forma excelente la música. Por ello, no sólo se utiliza música ya disponible en el mercado, sino que las marcas se lanzan a producir sus propios artistas, convirtiéndose en editoriales y compañías discográficas de hecho.
“Cuando las marcas se convierten en música produciendo conciertos o videoclips es imposible separar la música de la publicidad: el contenido es musicidad (música y publicidad).”
Después de trabajar durante cuatro años en el tema y analizar 160 casos de 100 marcas, Cande Sánchez se ha convertido en la principal especialista del tema, y si estás interesado en saber más y conocer alguno de los casos de estudio, no te pierdas su post en el blog Creativity de Madrid School of Marketing.